Buenas noches, Carmen García: ¿Cómo estás? Hace mucho tiempo que no hablamos, y la verdad, me duele, porque en lo que a mi respecta, en ti siempre encontré admiración por mis trabajos, y lo que es más importante, el justo valor a ellos sabiendo que soy una aficionada en el oficio de las artes que practico, pintar y escribir. Como tú bien dices a don Julián: La gente escribe con ilusión intentando cada día mejorar, aunque en mi caso, no se molesten en contestar algunos, sea para bien o para mal.

Gracias por leerme cada vez que entro en el foro con mis humildes trabajos.

Un abrazo.

EL TECHO DEL MUNDO

Me entristece pensar
que de la madre naturaleza
nos podemos olvidar.

Que pocas veces a ella
nos referimos en poesía,
se valora en su justa medida
o se agradece la luz del día.

Nos proporciona todo lo necesario,
nos da lo mejor de si misma,
paisajes de ensueños, picos nevados,
valles, acantilados,
una luna de estío,
un cielo lleno de estrellas
y mil gotas de rocío.

Una magnolia cuyas flores
como la nieve de blancas
hacen que parezcan
la Navidad sin guirnaldas.

Una concha a la que el mar
llevo hasta la misma playa
y al regresar mar a dentro
olvidó recuperarla.

También nos proporciona
de los animales su compañía
que por dinero se aniquilan
o se abandonan en una esquina.

¿Qué le damos nosotros
a cambio de todo eso?
polución, incendios, desechos
"destrozando nuestro techo".

Reflexionemos sin dilaciones
antes de que esa demasiado tarde,
respetando como a nuestra madre
a esa flor, a ese mar, a esa luna,
porque no podemos ni imaginar
si se cansa de nuestros desmanes
el alto precio que podemos pagar.

Yosefín