Visto lo visto no les faltaba razón: eran ‘representantes’...

Visto lo visto no les faltaba razón: eran ‘representantes’ del Gobierno de España.

OKDIARIO.

ACTUALIZADO: 09/03/2024 10:07.

El hecho desvelado por OKDIARIO de que los principales actores de la trama vinculada a Koldo García, ex asesor del ex ministro de Transportes José Luis Ábalos, firmaran los contratos en su condición de «representantes del Gobierno de España» puede parecerle a alguno una demostración de desahogo y petulancia extrema, pero si lo hacían es porque eran perfectamente conscientes de que todas las puertas se les abrían sin demasiados problemas. O sea, que si no eran oficialmente representantes del Gobierno de España lo eran por la vía de los hechos consumados.

Víctor Aldama, que se habría beneficiado con 5,5 millones por los contratos de la pandemia, y José Ángel Escorial Senante, administrador de Soluciones de Gestión SL en la época de ejecución de esos contratos según la investigación, firmaban de tal guisa en alguno de los contratos incorporados al sumario sobre la denominada trama Koldo.

En un «contrato de colaboración» incorporado al sumario con una empresa holandesa, identificada como «agentes mercantiles de trading para el fabricante», firmado el 24 de marzo de 2020, es decir, tres días después de que el Ministerio de Transportes acordase con Soluciones de Gestión la compra de ocho millones de mascarillas por 20 millones de euros, Aldama y Escorial Senante, dos figuras clave del caso Koldo, aparecen identificados como «representantes del Gobierno de España» y firman el contrato como «compradores para el Gobierno de España».

Esta empresa se encargó de gestionar para Soluciones de Gestión el suministro de esas mascarillas procedentes directamente de fábrica para distribuirlas luego a los entes públicos. Lo que parece obvio es que sus acuerdos con varios ministerios y gobiernos autonómicos del PSOE les confirieron un plus de fiabilidad del que se sirvieron a la hora de presentar sus servicios. O, por decirlo de otro modo: los utilizaron de aval. Decían ser «representantes del Gobierno de España» y, visto lo visto, no les faltaba razón, porque, salvo el Gobierno de Castilla-La Mancha, todo fueron facilidades por parte de las distintas administraciones del PSOE.