EDITORIAL...

EDITORIAL

La fractura de la UE, objetivo del Kremlin.

Salvini presume de sus buenas relaciones con Vladímir Putin y aseguró que «la guerra acabará antes o después» y que «los que se hayan equivocado lo pagarán»

Las revelaciones de la prensa italiana sobre los contactos de la Liga de Matteo Salvini con el Kremlin para derribar el Gobierno de Mario Draghi y provocar un cambio político en Roma no solo ponen de manifiesto la voluntad de Moscú de interferir en la política nacional de las democracias liberales, sino que confirman su plan para utilizar a los partidos populistas de la UE –ya sean de izquierda o – para provocar tensiones y fracturas en Bruselas.
No son los Italianos, llamados a las urnas tras  la  caída de Draghi, los únicos que han de preocuparse por las injerencias rusas. Es la U E en su conjunto la que ha de estar alerta ante las intromisiones de Moscú y su programa para desestabilizarla desde dentro, con la colaboración del populismo y a partir de la crisis y el descontento que su guerra ya ha provocado.