Voy a reconocer que abrí este tema, con el ánimo, de...

Bien recuerdo aquellos años jóvenes ya en otro país, donde jóvenes gritaban si al amor y no a la guerra: se trataba del parís de los años 60. Atrás quedaban las visitas a las calles frías... y los recuerdos, de algún canto de ruiseñor. Alguna flor amada en los diferentes senderos. A orillas del Seine nacería este relato que al pasar el tiempo se hace mas entrañable:

<<< No se si se posarán los ojos alguna vez en esta historia, y le llevará a recordar aquella llamada telefónica: éramos muy jóvenes y al pasar del tiempo entendería su miedo dentro del deseo. El amor como los de mi edad saben estaba perseguido; así eran las cosas. Así eran las cosas, pero existían ríos mas o menos lejanos, donde robar un beso y poco mas.
He visitado el lugar de aquel primen beso, y el montón de piedras lo he encontrado derruido y cubierto de altas hierbas. He creído escuchar antiguos sonidos en el murmullo de las aguas, y la brisa que movía las yerbas. Cuando regresaba, sonidos de pájaros me acompañaron entre los recuerdos.
"Talvez busquen su nido" -había dicho ella, aquel día mientras apoyaba su cabeza sobre mi hombro. Estaba el campo verde y al pie de un árbol, casi dos adolescentes sentados sobre la hierba. Nos crecía una desconocida alegría. Era cada día mas hermosa, y me atrevía confesar que no había abrazado a una mujer.. nunca y que deseaba de ellas ser abrazado, y besar su boca. Lo hice. Lo hice y bibró mi cuerpo y bibraría el de ella entre mis brazos, que de pronto se habían vuelto atrevidos. besaría si garganta, y desabrocharía su blusa... hasta que de tuvo mi mano. otro beso largo, muy largo y de nuevo mi mano inquieta palmaría sus senos. no sabría decir cuanto tiempo duró aquel beso. habia cerrado los ojos. Se dejaba acariciar y me correspondía... mi mano rebelde hurgo bajo de su falda hacia un valle caliente...
Y rompió a llorar. Y murmuró: "tengo miedo" Y leyera en su mirada una súplica. Y cogería una de sus manos, y permanecimos mucho tiempo callados. El viento jugaba con su falda, y mis ojos buscaron mirar aquello que nos prohibía mirar cuando chiquilos, queríamos conocen muy por encima de las rodillas. y me visitó el deseo de nuevo de visitar un lugar que no conocía. Y no dijo, solo retiró mi mano, y de nuevo se inundaron de lágrimas sus ojos... y se incorporó de pronto, Y reproche es sus ojos mojados: Y me pregunté si no estaba siendo un malvado.
Un! No! retumbo en el valle, y entre los árboles los pájaros se asustaron.
Y dejaríamos el río y mientras regresábamos, me di cuenta que las sombras trepaban por las laderas, y, dejaría su mano abandonada en la mía, Y caminamos luego mucho trecho si decir palabra.
Yo partí lejos... y mucho tiempo después supe que habías cumplido tu palabra: "O tu o nadie"
O tu o nadie: murmuré ante aquel montón de piedras, bajo la carretera, que recientemente he visitado.
libertad.

Voy a reconocer que abrí este tema, con el ánimo, de que al menos una persona anónima, deje de serlo. Se que me lee, y que prefiere el anonimato: es su opción que respeto. Para ella esta historia, puesto que para ella la escribí... hace muchos, muchos años.
Si quisiera preguntar quien puso la foto y si es la misma persona del mensaje en 2009

<<<Primeros días de Enero de l958 Sidi Ifni. Unos días antes el llamado Ejercito de Liberación marroquí, asedió las posiciones del interior del territorio.
En, la fecha señalada, un grupo, de exparacaidistas del E A se incorporó a la quinta Compañia de la primera bandera de Paracaidistas. Entre ellos el muchacho de esta historia.
Ifni es una tierra áspera, salpicada de matojos, chummeras, Hileras de tiendas de campaña cerca de la ciudad hacia el Oeste.
Uno de estos muchachos escribía una carta, que no llegó nunca a su destino, y que si le acompaño mucho tiempo.
"No se piensa- comenzaba dicha carta- no se piensa en esos momentos que las balas a veces encuentran. Lo tachó, por que se hablaba de censura. pero escribiría de nuevo las mismas palabras.
Si se piensa luego pasado aquel ruido infernal, si se piensa luego que enfrente, hay alguien que hace, l lo mismo que tu, y que ni lo conoces ni el tampoco a ti, y... que crecen preguntas sobre el comportamiento de los hombres.
Eran las navidades del 57, se repartían ojas que decían en letras mayúsculas: LLEVAD VUETRO APOYO Y AMISTAD A JOVENES QUE DESEAN SER RECORDADOS.
A la salida del metro de Manuel Becerra, abordamos a un par de jovencitas, y en una de las hojas de papel, uno de los dos muchachos, escribiría su dirección: la carta llegó antes que él. Era una carta amable simpatica y llena de sinceridad, se dispuso a responder. No sabía como comenzar y muy poco podía contar de aquella tierra, que apenas conocía. Los compañeros dormían... cansados por una serie de acontecimientos... nuevos. Uno de ellos roncaba. A la debil luz de una vela, escribía:
Mi estimada amiga: gran alegría tu carta. me la han entregado esta tarde a mi regresso de...-Hizo una pausa para luego mientyras se encogía de hombres, deslizar la pluma por la cuartilla, dejando plasmados los acontecimientos recién vividos. Decía: Amiga mía, en alguna parte, leí un día, que la juventud es ciega ante el peligro. Que les hierve la sangre a aquellos que possen un alma aventurera, y que ese hervor se prolonga en una juventud duradera. hay una voz que borra todo razonamiento, a la vez que empuja. le arrastra.
La pluma plasmaba su sentir.
Fuera, la noche esparcía su silencio...
Mi estimada amiga: yo vivía en madrid ¿sabes? me estoy preguntando el porque dejé todo aquello. En este momento, me siento torpe. Es media noche y no se que decirte. Bien quisiera decirte cosas bonitas, pero me las nieha el silencio, este misterioso silencio. En algun momento siento resonancias de mi niñez otras de lo mas cercano dejado atrás.
Veras: amanecía, cuando a pie y muy cargados, hemos atravesado la ciudad, un pequeño barranco, y ya entrado el día hemos trepado en orden abierto por la ladera, cubiertos de sudor... unso ruidos roncos a lo lejos, y unas granadas que caen a escasos metros, hacia el este, justo donde segundos antes pasaba la Primera compañía.! No me rondó el miedo! No había tiempo para pensar, solo para lanzarse entra chuberas, escuchar las voces de mando. y morteros y ametralladoras, disparando sobre los objetivos señalados. Mi ametralladora se encasquilló. Vuelta atras con la cinta, i se repitió el casquillo herido por el percutor, si salir el dsiparo, cambio de cinta, esta ves si. la ametralladora pareciera querer escaparse de mis manos. Otra cinta... no hay tiempo para pensar. Del otro lado habían callado, detrás desde el acantilado lo barcos, soltaban su carga que rugían sobre nuestras cabezas... o tal vez la artillería.
Se asomaba el sol, cuando otros salto de unos metros mas, y abajo el pequeño valle. en la otra ladera, nubes de polvo, y como nubes pequeñas de los disparos de la ametralladora. luego un silencio largo y pesado, tras el alto al fuego. sentía la pierna humeda por debajo de la rocilla: sangraba como consecuencia de las piedras cortantes. al tomar posición.
Y regreso, sin apenas pronunciar palabra.
Amiga mía, te diré lo que pensaba, lleno de sudor y polvo, que en alguna parte, yo tenía padres que ni siquiera saben que estoy aquí... ten envio una carta dentro de la tuya que les harás llegar, diciendo que estoy embargado en un barco pesquero.
Esta carta si llegó a su destino. la otra, en la que el muchacho relataba sus sentires sobre una nueva expariencia que muchos sin duda han sentido a traves de las muchas locusas que se inventan los hombres... esa carta jamás llegó a su destino.
libertad