Pedro Sánchez será de nuevo presidente del gobierno mediante el engaño de que la inmoralidad es progresismo, la humillación es honra, la infamia generosidad, la ignominia justicia, la bajeza grandeza y separatismo conciliación. Y todo el PSOE escondido y avergonzado, sin decir ni pío.
Es que para ganar a quien aporta datos falsos en su programa de gobierno, dedicado a no querer ni poder ni saber estar ante un mandato del el Rey, no era necesario gastar saliba. El solo estaba y más solo se quedó. Sus insultos al tiempo que pedía ayuda, y sobre todo su atadura a la extrema izquierda y sus hechos... no le faltaban votos, le sobraban 33.