Que memorión, CLARA, yo tampoco me acordaba de esa...

LO QUE PIENSA EL VIEJO PASTOR:

(Bucólicas)

Triste estaba una tarde la pastora
que reinaba en su prado,
y su rostro de lágrimas mojado
delataba las penas del olvido.
Buenos tiempos otrora,
recordaba sumisa:
el amor prohibido,
las diademas de flores,
los campos, estallido de colores.
Y soñaba que era dueña de los cielos,
que dormía entre sábanas muy bellas;
así eran sus anhelos
teniendo por techado las estrellas.

LO QUE PIENSA LA JOVEN PASTORA:

(Bucólicas)

Soy la dueña de las nubes y los cielos,
soy la dueña de un magnífico rebaño,
sacia mi sed el agua de este caño,
mas del viento, te juro, siento celos.

El viento sabe bien de mis anhelos,
el viento sabe bien que año tras año,
en río luz de luna yo me baño
y estas cosas no sirven de consuelos.

EL AMOR no pasó por la pradera,
segura que el que espera desespera,
estoy triste y por eso me lamento.

EL AMOR no ha llegado todavía,
nada sé de ternuras ni alegría:
la causa de mi triste sufrimiento.

Noemí

Buenos días: Preciosos ambos poemas, enhorabuena paisana, eso si es poesía.

Un abrazo.

Yo recuerdo una copla de zagal decía algo así,
Estando una pastora leren leren lerito
estando una pastora guardando el ganaito.
manuel

Estaba una pastora
larán, larán, larito,
estaba una pastora
cuidando un rebañito,
cuidando un rebañito.
Con leche de sus cabras,
larán, larán, larito,
con leche de sus cabras
haciendo los quesitos,
haciendo los quesitos.
El gato la miraba,
larán, larán, larito,
el gato la miraba
con ojos golositos,
con ojos golositos.

«Si le hincas la uña,
larán, larán, larito,
si le hincas la uña,
te cortaré el rabito,
te cortaré el rabito».

La uña se la hincó,
larán, larán, larito,
la uña se la hincó
y le cortó el rabito,
y le cortó el rabito.

A confesar la falta
larán, larán, larito,
a confesar la falta,
se fue al padre Benito,
se fue al padre Benito.

«A vos padre me acuso,
larán, larán, larito,
a vos padre me acuso,
que le corté el rabito,
que le corté el rabito».

«De penitencia pongo,
larán, larán, larito,
de penitencia pongo,
que le des un besito,
que le des un besito».

El beso se lo dio,
larán, larán, larito,
el beso se lo dio,
y le creció el rabito,
y le creció el rabito.

Que memorión, CLARA, yo tampoco me acordaba de esa canción, sabía algo por encima, pero nada más.