Bonita silva Noemí, te daré la réplica a la hija del...

Un poema basado en las canciones-leyenda de mi abuela.

Lirios y abedules

Cerca del abedul
florecían lirios sin jardinero.
A la orilla del agua,
de mañana, sin miedo,
un amante los cortó por amor.
Se acercó sin reparos, sin complejos
y por cortar esas bonitas flores
en prueba de flirteo,
elegante, cortés, enamorado,
soñando devaneos,
cayó al agua junto a los abedules;
el amor tan secreto
murió con esos lirios
al final del invierno.
Tuvo tiempo de gritar a la niña:
¡Amor cuánto te quiero! Con el sueño,
te veré por las tardes
desde el azul del cielo.
Y si de otro amor gozas,
estaremos juntos en el recuerdo.

Noemí.

Silva arromanzada asonante en los pares e, o

Bonita silva Noemí, te daré la réplica a la hija del farero.

Un abrazo.