FLOR AMARILLA
Salgo de la oficina por una taza de té.
El verano golpea mi cráneo
Camino a través de las sombras de los rascacielos.
La sombra de un trabajador que cuelga precariamente.
Desde la cúpula de un edificio pasa por encima de mí.
El olor de su cuerpo se asemeja al de la tierra arada bajo un sol ardiente.
Ráfagas y besos en mi cráneo
Luego, las sombras de la jungla de concreto se desvanecen,
En un instante una flor amarilla estalla.
Nota.- Poema del poeta indio Gouthama Siddarthan. si escribiera hoy probablemente desaparecian en su percepción las flores amarillas, apafreceria una INDIA, sembrada de cadáveres y flores negras, tapadas con las insolidaridad e indiferencia del resto del mundo, que se mueve entre protocolos tardíos, despachos claros de conciencia oscura, patentes que no se liberan y que curan a paises ricos que pueden pagarlas, personajes siniestros que solo tienen un Dios, el dinero.
Salgo de la oficina por una taza de té.
El verano golpea mi cráneo
Camino a través de las sombras de los rascacielos.
La sombra de un trabajador que cuelga precariamente.
Desde la cúpula de un edificio pasa por encima de mí.
El olor de su cuerpo se asemeja al de la tierra arada bajo un sol ardiente.
Ráfagas y besos en mi cráneo
Luego, las sombras de la jungla de concreto se desvanecen,
En un instante una flor amarilla estalla.
Nota.- Poema del poeta indio Gouthama Siddarthan. si escribiera hoy probablemente desaparecian en su percepción las flores amarillas, apafreceria una INDIA, sembrada de cadáveres y flores negras, tapadas con las insolidaridad e indiferencia del resto del mundo, que se mueve entre protocolos tardíos, despachos claros de conciencia oscura, patentes que no se liberan y que curan a paises ricos que pueden pagarlas, personajes siniestros que solo tienen un Dios, el dinero.