POLÍTICOS (Ironía)
Es una orden
debemos estar alegres, jubilosos, plenos
hoy nos anuncian mas trigo
los amos de la cosecha
¡no seamos ingratos!
acudamos como en procesión
a venerar al santo.
¿Quiénes son los guardianes de nuestro abrigo?
¿Quiénes aseguran nuestro sustento? ellos
siempre ellos, los que nos guían
en nuestra labor diaria, en nuestros trabajos
¡pobrecitas mentes infantiles!
a merced de la lluvia
si “ellos” no nos resguardaran de las tormentas
fuertes.
Poseen paraguas, abrigos de vistosos colores
envueltos en papel de plata,
toda una amalgama de vistosidad a la que no podemos
ni debemos resistirnos.
Vayamos en procesión a venerarlos,
acudamos en tropel cuando nos llamen
presurosos y puntuales a la cita.
Es una orden
debemos estar alegres, jubilosos, plenos
hoy nos anuncian mas trigo
los amos de la cosecha
¡no seamos ingratos!
acudamos como en procesión
a venerar al santo.
¿Quiénes son los guardianes de nuestro abrigo?
¿Quiénes aseguran nuestro sustento? ellos
siempre ellos, los que nos guían
en nuestra labor diaria, en nuestros trabajos
¡pobrecitas mentes infantiles!
a merced de la lluvia
si “ellos” no nos resguardaran de las tormentas
fuertes.
Poseen paraguas, abrigos de vistosos colores
envueltos en papel de plata,
toda una amalgama de vistosidad a la que no podemos
ni debemos resistirnos.
Vayamos en procesión a venerarlos,
acudamos en tropel cuando nos llamen
presurosos y puntuales a la cita.
Para María a la suponía y (y constataba) denunciando denunciando el giro de veletas descaradas, y relojes que no marcan horas de esperanza... Ciudadana, por aquí y algún otro lugar desde hace ya bastantes años: si que me ha sorprendido en mencionar en poemas sociales con gran acierto vientos frío que insultan bondades.
Me alegro Mari, como me alegro, que ande por aquí el Gran Cabrero. Tal vez si me queda tiempo me aposente desde mi humilde pensar me hable, de viles carcajadas que espantan primaveras. Abrazos.
Me alegro Mari, como me alegro, que ande por aquí el Gran Cabrero. Tal vez si me queda tiempo me aposente desde mi humilde pensar me hable, de viles carcajadas que espantan primaveras. Abrazos.