Es que ya no recuerdo de la última vez que me subí...

¡Que más quisieras tu que parecerte un "pelín" a nuestra Soraya, ¡vamos ni en las pestañas!, tendría que pasar años luzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz, y para más inri encima es una mujer la que la critica, ¡señor, señor, como está el patio!

Tienes razón, no puedo presumir de "tapón". Los tapones para las botellas de vino de Toro, adiós.

La inteligencia no se mide por centímetros, y más en serio, no me gustan los debates, puede haber personas con una dialéctica maravillosa y ser muy malos gestores o al contrario.. Todos sabemos lo fácil que es prometer, lo difícil es cumplir, además, el del otro día, de pie y sin nada delante me pareció una falta de atención para los protagonistas. Adelante con el taller. Saludos.

Gracias, preciosa. El taller te espera. A mí me gustó que debatieran a pecho descubierto, sin nada delante.

Masoca ¡parece mentira que hayas gastado o gastes tacones. Agradezco tu invitación al taller, pero me viene largo. Ya mandaré un villancico copiado, por supuesto. feliz Navidad.

Es que ya no recuerdo de la última vez que me subí a unos taconazos. Tuve un accidente laboral en el gimnasio del cole en 1998; se me cayó un banco sueco sobre el pie izquierdo cuando le ataba los cordones de las deportivas a un niño. Se me rompió el metatarso y estuve cuatro meses de baja, desde entonces me compro zapatos y botas de cuña. Menos mal que ahora los hay muy bonitos y todas las buenas marcas los tienen y en el verano hay sandalias chulas. Me los he puesto algún ratito en bodas, pero el podólogo y el traumatólogo me dijeron que los zapatos de punta y taconazos cuanto más lejos mejor. Ahora tengo unos que me compré para una boda en Cangas de Onís y me los he puesto tres veces durante una hora aproximadamente.

Mira, estos cuatro son muy jóvenes y lo pueden aguantar. Todos guardaron la compostura muy bien y creo que están entrenados para esto y más.

La puesta en escena estaba muy estudiada. Un abrazo, casi paisana.