3ªParte...

3ªParte
Dos modelos a imitar, que son Francia y Portugal, ambas Repúblicas centralistas, la primera con más de doce lenguas y esta multiplicidad lingüística no genera sentimientos nacionalistas excluyentes y al contrario existe un fervorosa conciencia nacional y el segundo, con la estabilidad institucional, que se ha adaptado a gobiernos de distinto signo político, con una conciencia nacional consolidada.
Un caso actual es la moderna Turquia donde el Presidente de la Republica ha realizado una revisión constitucional donde asume poderes extraordinarios para garantizar mejor la gobernabilidad de los ciudadanos y el bien común. Desgraciadamente los partidos políticos es un mal menor que en el tiempo actual se deben mantener pero que su actuación debe ser controlada porque ya conocemos por sus corruptelas (Gurtel, el fraude de los ERE en Andalucia, la herencia de los Puyol en Cataluña, la trama de Urdangarin en Mallorca, Valencia etc) que intereses defienden que son los suyos privados y no los propios del pueblo. Sus funciones deberían relegarse a otros cometidos reduciéndose el numero notablemente en el Congreso de Diputados y en el Senado, siendo el primero un Organo consultivo, no legislativo que tenga la iniciativa de proponer el proyecto de ley que la desarrollaran los tecnócratas y el segundo un Organo que controle la desentralizacion administratva en municipios y provincias. La labor política la realizarían dos Instituciones fundamentales, la Corona y si algún dia no existiese el Presidente de la Republica y el Tribunado del Pueblo utilizando el principio del Despotismo Ilustrado “Todo para el pueblo pero sin clase política”. Esto de la clase política es un fraude, digame quien entiende que aparezca un nuevo partido político Podemos y su finalidad es desintegrar a la nación española o un Rufian y ambos encima son abonados sus servicios con los impuestos de los españoles, nación a la que pretenden destruir y eliminar su existencia.

Julio Reyes Rubio