Cristina Losada.
Nada aprendimos de las guerras yugoslavas.
El ministro Borrell dijo hace días que él no era "ministro de asuntos catalanes". Y es verdad, porque los ministros para esos asuntos son la catalanista Meritxell Batet y el propio presidente Pedro Sánchez. Sin embargo, le guste o no, Borrell tiene que hacer frente a la gran empresa exportadora de falsificaciones montada por el Gobierno catalán para ganarse apoyos y simpatías en el exterior, e influir en decisiones judiciales en los países europeos donde se han instalado los golpistas prófugos.
Nada aprendimos de las guerras yugoslavas.
El ministro Borrell dijo hace días que él no era "ministro de asuntos catalanes". Y es verdad, porque los ministros para esos asuntos son la catalanista Meritxell Batet y el propio presidente Pedro Sánchez. Sin embargo, le guste o no, Borrell tiene que hacer frente a la gran empresa exportadora de falsificaciones montada por el Gobierno catalán para ganarse apoyos y simpatías en el exterior, e influir en decisiones judiciales en los países europeos donde se han instalado los golpistas prófugos.