Mensajes de Muchos Pensamientos y algunas reflexiones enviados por Gente pa Tó:

Paco´Interesante lo que dices a Gente Pa To. Lo que cuentas acerca de el sangrado por la nariz, si no ha habido lesión, una de las causas es UNA ALERGIA.
.

Eso es imposible en mi caso, Ángel.
Te lo digo porque yo sangraba con solo pensar en que podía sucederme.
Sin duda, tenía un origen mental.

Frenpoca casi lo sitúa correctamente.

Yo lo asocio a una experiencia que tuve cuando tenía unos dos o tres años, no más.
Dormía yo todavía en una cuna, y a veces entre mis dos padres. Solo había nacido yo, entre los 7 hermanos que vinieron después.
Una mañana me desperté febril porque había enfermado de sarampión.
La enfermedad debió afectarme seriamente. Recuerdo que estuve en la cuna afectado de una fuerte hemorragia nasal. Tan fuerte que mis padres hicieron acudir a la comadrona para que examinase mi estado, y ésta me tuvo que poner una inyección de no sé qué para detenerme la hemorragia.
Yo, con tan pocos años, me ví al borde de la muerte.

De esa experiencia, creo que me sobrevino ese miedo a sangrar por la nariz.
No encuentro otra explicación.

Pero siempre me hago esta pregunta, ¿cómo es posible que el miedo mental que yo sentía pudiese provocar una respuesta física, tangible, de mi cuerpo?

Saludos ... (ver texto completo)
.

Gracias por su comprensión y por leer lo que pongo.

Yo me considero católico, pero practico poco.
No obstante, me ayuda mucho a llevar mi vida.

Sé que creer o no creer en una religión es una cuestión personal, que se acepta en una dimensión de las personas más allá de la razón y los sentimientos.

No tiene uno nada más que ver a tios como carros llorando como chiquillos ante la imagen de la Virgen. ... (ver texto completo)
Frenpoca,

no le conozco de antes, pero leo sus escritos.

En esta ocasión, hablando de la REENCARNACIÓN, le voy a comentar una experiencia de mi vida, que nunca he llegado entender.

Yo estoy casado con una señora de un pueblo vecino al mío.
Cuando éramos novios, un día me llevó a ver el antiguo lavadero de su pueblo.
Mi sorpresa fue espectacular. Estaba en un lugar que yo había visualizado, EXACTAMENTE IGUAL COMO LO ESTABA VIENDO EN ESE MOMENTO, en mis sueños.

¡Pero yo no había estado nunca en ese lugar!

La única vez que yo había pasado por ese pueblo, antes de conocer a mi esposa, tenía 2 o 3 años, y fui de manos de mis abuelos a una boda a la que habían sido invitados en otro pueblo, pero no me consta que hubiesen parado en el de mi esposa, y menos en su lavadero.

Todavía, hoy, no me lo explico.

Saludos ... (ver texto completo)