Jajajajajaja no me extraña que se fueran, pues menudo panorama, "Canales-La Magdalena" Un solo pueblo

Jajajajajaja no me extraña que se fueran, pues menudo panorama
Esta historia me ha hecho recordar una parecida, no se si ya la habéis oído. Ahí va

Un amigo mío, que fue a Madrid por un viaje de trabajo, quiso hacerle un regalo a su novia y, sabiendo que ella necesitaba unas gafas, entró en una óptica. Después de ver unas cuantas, se decidió por unas y se las compró. La dependienta se las envolvió para regalo y él pagó la cuenta... pero al marcharse, en lugar de coger su paquete con las gafas, se equivocó y cogió otro muy parecido de una clente de una cliente que había justo a su lado. El paquete contenía unas bragas que la cliente acababa de comprar en una mercería.
Mi amigo no se dio cuenta y se marchó tan feliz con el paquete que creía que contenía las gafas para su novia, se fue directamente a Correos y envió el paquete con una carta.
La novia al recibir el regalo y ver lo que contenía se quedó muy estrañada. Así que abrió la carta y leyó:
Mi querida Margarita:
Espero que te guste el regalo que te envío, sobre todo por la falta que te hacen, ya que llevas mucho tiempo con las otras y estas son cosas que se deben cambiar de vez en cuando. Espero haber acertado con el modelo, la dependienta me dijo que eran la última moda. De hecho me enseñó las suyas y eran iguales. Yo, para comprobar si eran ligeras, las cogí y me las probé allí mismo. No sabes como se rio la dependienta, porque, claro, esos modelos femeninos en los hombres quedan muy graciosos y más a mí que sabes que tengo unos rasgos muy prominentes. Una chica que había allí me ayudó también a decidir; me las pidió, se quitó las suyas y se las puso para que yo pudiera ver el efecto. A esta chica le lucían menos que a la dependienta, porque el pelo se las tapaba un poco por los lados. Pero aún así me pareció que la favorecían muchísimo. Finalmente me decidí y te las compré. Póntelas y después se las enseñas a tus padres, hermanos, amigos... en fin, a todo el mundo, a ver que dicen. Al principio te sentirás rara, acostumbrada tú a ir con las viejas, incluso a ir sin ninguna. Pero, sobre todo, mira que no te estén pequeñas, si no te van a dejar señal cuando te las quites. Ah, y ten cuidado también que no te estén grandes, no sea que se te caigan cuando vayas andando.
Para que te sean útiles y resulten más bonitas, me han aconsejado que las limpies muy a menudo. Igualmente me aconsejaron que tuvieras cuidado con los roces porque se acaban estropeando. Llévalas con cuidado, y sobre todo, no vayas a dejártelas por ahí y las pierdas que tú tienes la costumbre de quitártelas y llevarlas en la mano. En fin, ¿para qué te voy a decir más? Estoy deseando vértelas puestas. Creo que este era el mejor regalo que podía hacerte.
Un beso.
Tu Manolo