El leonés Andrés Trapiello gana el Premio Castilla...

El leonés Andrés Trapiello gana el Premio Castilla y León de las Letras 2010

El escritor leonés Andrés Trapiello reconoció ayer, tras ser galardonado con el Premio Castilla y León de las Letras 2010, que la duda es una constante en su solitario quehacer literario debido al desconocimiento del destino y de los destinatarios de la obra que crea en cada momento.
Este literato natural de la localidad leonesa de Manzaneda de Torío (1953) ha sostenido que la falta de certezas sobre el futuro de la obra que está creando en cada momento hace que la carrera del escritor sea un camino plagado de incertidumbres. Esto provoca que el perfil del escritor sea, en muchas ocasiones, el de una persona de carácter ciclotímico que oscile de forma frecuente entre el fervor y la depresión.
Para el autor, premios como el que le ha sido concedido ayer no se deben esperar ni desear, aunque se reciben con “sorpresa” y “gratitud” y suponen un reconocimiento a una labor literaria. “No sabes muy bien hacia dónde vas, pero sí a dónde tienes que ir”, añade un Trapiello que se confiesa “más maduro”, pero igual de constante en su trabajo.
Dada esta regularidad en sus tareas, la soledad en la que las realiza y el número de publicaciones de géneros como poesía, ensayo, novela y diarios –ha publicado recientemente el número diecisiete de su ‘Salón de pasos perdidos’–, el escritor se muestra convencido de que la concesión de reconocimientos como éste no influya en su trabajo, según ha explicado.
En su página web, que ha estrenado hace pocos días, expone que le gusta pasear, escribir y “si ello fuese posible, una vida discreta”, y describe de forma literaria su andadura vital, que se ha desarrollado en ciudades como Burgos, Valladolid y Madrid.
El jurado del Premio Castilla y León de las Letras 2010, dotado con 18.500 euros, acordó, por unanimidad, concederle este galardón a Trapiello por ser autor de una obra “en la que confluyen todos los géneros literarios y, especialmente, por la armonización entre el rescate de escritores olvidados y la admiración y cultivo de las tendencias literarias más modernas. Todo ello avalado por una larga serie de premios y reconocimientos nacionales e internacionales, así como por la traducción de su obra a múltiples lenguas”.
El jurado, presidido por César Hernández Alonso, catedrático de Lengua de la Universidad de Valladolid, ha estado integrado por José Luis Alonso de Santos, dramaturgo y Premio Castilla y León de las Letras 2009; Nicolás Miñambres Sánchez, crítico literario; Ernesto Escapa Gutiérrez, escritor; Luis Jaramillo Guerreira, director regional de Cadena Cope Castilla y León; Vidal Arranz Martín, director regional de El Mundo Castilla y León, y Luis Benéitez González como secretario.

Afinidades electivas
“Jiménez Lozano es estupendo, me gusta muchísimo”, confiesa, además de reconocer que existen “múltiples afinidades” repasando el listado de premiados. “Es el caso de Delibes, por ejemplo. En la última entrega de mi diario (‘Apenas sensitivo’, que acaba de llegar a las librerías) hay un retrato de una visita a Delibes en 2003”, detalla. Afinidad es también lo que siente con el resto de autores leoneses de la nómina de premiados: Gamoneda, Crémer, Colinas, Pereira, Luis Mateo, Eugenio de Nora, Elena Santiago, Guerra Garrido y Merino. “Sí, me siento próximo a ellos, pero curiosamente del que más próximo me hubiera sentido no está en esa lista. Al que más me hubiera gustado ver en el listado de premiados es a Ramón Carnicer”, asegura en alusión al autor berciano, fallecido hace poco más de tres años.
Ajeno a “todo tipo de nacionalismos” y “sin querer ser descortés con la tierra que me brinda este premio”, Trapiello reconoce que nunca ha enarbolado la bandera de su región. “Ejerzo de escritor español que ha nacido en León, que vive en Madrid, y que pasa la mitad de su tiempo en Extremadura. Nunca he creído en los nacionalismos históricos y tampoco voy a creer ahora en un nacionalismo castellano y leonés. En ese sentido soy ‘poco patriota’, porque un escritor es un patriota de su lengua. Yo soy castellano, escribo en castellano, y la propia denominación de mi lengua remite a Castilla y León, pero generalmente no hago patria, aunque he tenido y tengo muy buenos amigos, y la mitad de mi familia reside en Castilla y León”, concluye.