Unidas Podemos gana la batalla y el Gobierno destinará 7.000 millones de euros a ayudas directas a pymes
Calviño quería que fueran sólo 2.000 o 2.500, Moncloa que fueran 5.000 y la formación morada que fueran 8.000.
Se sabía que el Gobierno iba a aprobar un fondo de 11.000 millones de euros para ayudar a las empresas afectadas por la crisis del COVID-19, pero se desconocían las cantidades de las tres partes de ese fondo. La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, quería que, de esos 11.000 millones, sólo 2.000 o 2.500 fueran destinados a ayudas directas a las empresas; Moncloa –es decir el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su entorno más directo– quería que fueran 5.000, y Unidas Podemos quería que fueran 8.000. Finalmente, serán 7.000 millones los destinados a ayudas directas a las empresas, es decir casi la cantidad que reclamaba Unidas Podemos, que esta vez ha ganado la batalla a Calviño.
Sánchez prometió el fondo el pasado 24 de febrero en el Congreso, y el Gobierno aprobará el real decreto este viernes –17 días después– en un Consejo de Ministros extraordinario. No pudo hacerlo en el Consejo de Ministros ordinario del pasado martes –como estaba previsto– por una bronca política, pero –a pesar de que si en el seno del Gobierno alguien se ha salido con la suya en este caso es Unidas Podemos– esa bronca no se ha producido precisamente entre Calviño y Unidas Podemos, sino entre Calviño y Moncloa.
De las tres partes del fondo, la destinada a reestructuración de créditos avalados por el banco público ICO (Instituto de Crédito Oficial) será de 3.000 millones de euros y la gestionará la banca, la destinada a recapitalización de medianas empresas será de 1.000 millones y la gestionará la empresa pública Cofides (Compañía Española de Financiación del Desarrollo) y la de ayudas finalistas a autónomos y pymes afectados por la crisis será de 7.000 millones y la gestionarán las comunidades autónomas, aunque los requisitos para tener acceso a ellas los controlará el Ministerio de Hacienda.
Según ha podido saber LUH de fuentes cercanas a la negociación, Calviño quería destinar mucho más dinero a reestructuración de créditos avalados por el ICO y mucho menos dinero a ayudas directas, pero finalmente la vicepresidenta de Asuntos Económicos no ha logrado ni elaborar el plan –aunque le habría correspondido hacerlo a ella, lo ha elaborado Moncloa– ni que las ayudas directas se quedaran en 2.000 o 2.500 millones, pues han ascendido a 7.000.
Por su parte, Unidas Podemos, a través de la Vicepresidencia de Derechos Sociales, ha defendido hasta el último momento su propuesta y ha logrado finalmente que las ayudas directas asciendan a 7.000 millones de euros, 4.500 o 5.000 más que los estimados por Calviño y 2.000 más que los estimados por Moncloa. La formación morada ha considerado prioritario concentrar la mayor parte de los 11.000 millones de euros del fondo en la parte de ayudas directas y más concretamente en transferencias corrientes, entre otras cosas porque considera que actualmente el problema fundamental de autónomos y pymes en apuros es, más que de deuda, de falta de ingresos, algo en lo que coincide con las propias asociaciones de autónomos.
Calviño quería que fueran sólo 2.000 o 2.500, Moncloa que fueran 5.000 y la formación morada que fueran 8.000.
Se sabía que el Gobierno iba a aprobar un fondo de 11.000 millones de euros para ayudar a las empresas afectadas por la crisis del COVID-19, pero se desconocían las cantidades de las tres partes de ese fondo. La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, quería que, de esos 11.000 millones, sólo 2.000 o 2.500 fueran destinados a ayudas directas a las empresas; Moncloa –es decir el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su entorno más directo– quería que fueran 5.000, y Unidas Podemos quería que fueran 8.000. Finalmente, serán 7.000 millones los destinados a ayudas directas a las empresas, es decir casi la cantidad que reclamaba Unidas Podemos, que esta vez ha ganado la batalla a Calviño.
Sánchez prometió el fondo el pasado 24 de febrero en el Congreso, y el Gobierno aprobará el real decreto este viernes –17 días después– en un Consejo de Ministros extraordinario. No pudo hacerlo en el Consejo de Ministros ordinario del pasado martes –como estaba previsto– por una bronca política, pero –a pesar de que si en el seno del Gobierno alguien se ha salido con la suya en este caso es Unidas Podemos– esa bronca no se ha producido precisamente entre Calviño y Unidas Podemos, sino entre Calviño y Moncloa.
De las tres partes del fondo, la destinada a reestructuración de créditos avalados por el banco público ICO (Instituto de Crédito Oficial) será de 3.000 millones de euros y la gestionará la banca, la destinada a recapitalización de medianas empresas será de 1.000 millones y la gestionará la empresa pública Cofides (Compañía Española de Financiación del Desarrollo) y la de ayudas finalistas a autónomos y pymes afectados por la crisis será de 7.000 millones y la gestionarán las comunidades autónomas, aunque los requisitos para tener acceso a ellas los controlará el Ministerio de Hacienda.
Según ha podido saber LUH de fuentes cercanas a la negociación, Calviño quería destinar mucho más dinero a reestructuración de créditos avalados por el ICO y mucho menos dinero a ayudas directas, pero finalmente la vicepresidenta de Asuntos Económicos no ha logrado ni elaborar el plan –aunque le habría correspondido hacerlo a ella, lo ha elaborado Moncloa– ni que las ayudas directas se quedaran en 2.000 o 2.500 millones, pues han ascendido a 7.000.
Por su parte, Unidas Podemos, a través de la Vicepresidencia de Derechos Sociales, ha defendido hasta el último momento su propuesta y ha logrado finalmente que las ayudas directas asciendan a 7.000 millones de euros, 4.500 o 5.000 más que los estimados por Calviño y 2.000 más que los estimados por Moncloa. La formación morada ha considerado prioritario concentrar la mayor parte de los 11.000 millones de euros del fondo en la parte de ayudas directas y más concretamente en transferencias corrientes, entre otras cosas porque considera que actualmente el problema fundamental de autónomos y pymes en apuros es, más que de deuda, de falta de ingresos, algo en lo que coincide con las propias asociaciones de autónomos.