11 de septiembre de 1973...

11 de septiembre de 1973
Cuando los estadounidenses mataron la democracia en Chile eliminando allende
Es el 11 de septiembre de 1973. En el Palacio de La Moneda de Santiago de Chile, Salvador Allende mira a su alrededor y se da cuenta que alguien no obedeció sus órdenes. Miria Contreras, su secretaria personal conocida por el apodo de ′′ Payita ", sigue a su lado. Sin embargo, el presidente había quedado claro: las mujeres tenían que salir. Todas ellas. Ella lo mira con preocupación y fidelidad. Las explosiones hacen temblar las paredes, parece el Apocalipsis, el fin de un mundo que duró muy poco. En la misma habitación del palacio presidencial también está el escritor Luis Sepúlveda y gran parte del Gap - Grupo de Amigos Personales. Las miradas de todos convergen en Allende para el último pedido: ′′ Salgan y salven. Me quedo aquí ". Esta vez a nadie se le permite pelear, ni siquiera a la Payita. Alguien ruega, pide al presidente - porque para ellos es y siempre será el presidente - que huya, acepte las condiciones del traidor Pinochet. Con un vistazo el orgullo de Allende domina por un momento el estruendo de las bombas: todos entienden. Se van a ir. El presidente se queda solo en la oficina, en compañía del ruido más allá de las ventanas, del miedo al final y del regalo de un viejo amigo, la ametralladora Ak-47 de Fidel Castro.
El 15 de septiembre de tres años antes, en Washington se celebra una reunión en la que participan el Presidente de Estados Unidos Richard Nixon, el Secretario de Estado Henry Kissinger y el director de la Cia Richard Helms. Orden del día: próximas elecciones en Chile y probable victoria de Allende. Un marxista al mando en Santiago sería un peligro demasiado grande para la Casa Blanca, en medio de la guerra fría y después de haber perdido el control de Cuba en 1959. Para Nixon, el comunismo no puede expandirse más allá de América Latina. En juego también están los intereses estadounidenses en las multinacionales del cobre en Sudamérica, y es fundamental no dejar que Allende llegue al poder, incluso para evitar un efecto dominó en los Estados vecinos. La decisión se toma: la administración financia a la Cia con diez millones de dólares para evitar la elección de Allende. También se prevé un plan B: un golpe en caso de que gane.
Por https://thevision. com/cultura/usa-cile-allende/