¡Caraloles!, Burgos

¡Caraloles!
Si los venden en Burgos y se comen en los restaurantes y lo sabe todo el mundo. Pero fue apoteósica la anécdota mía de los caracoles. Como a tal tiempo llevaba la cámara, me detuve a fotografiarlos cuando los vi en sendas banastas a la puerta de una tienda de ultramarinos de las de antes.
Es que no es por nada, pero en otros sitios hacen hasta "Semana de los Caracoles" y son, no vayáis a creer, que son esos caracolillos blancos de las alfalfas, que aquí ni se ponen.
Y en Andalucía son el no va mas guisados con hierbabuena y otras especias aromáticas (aunque no me lo digan, lo sé; porque en el barrio de Palomeras Bajas donde vivía yo, había muchos andaluces, y allí sí te contaban sus trucos las vecinas porque ninguna era restauradora, ni se ganaban la vida haciendo turismo)
Pues los caracoles de las alfalfas a precio de oro en Córdoba. Pues éstos, que son los auténticos, como los de mi pueblo, ni sé cuánto cobrarían allí por ellos.
Pero el caso que me ocurrió fue digno de relatar. Una foto a los caracoles, y no pasó nada. A la segunda foto, vino un grupo de turistas y me vieron y sintieron una curiosidad fuera de lo normal. Porque eran chinos, y casi todos llevaban cámara de fotos (lógico, ¿no?). Pues a la tercera foto, ya es que ni se lo pensó el grupo; me preguntaron en inglés algunos, otros chapurreando el castellano. Total, que se enteraron de qué eran los caracoles, y todo fue una competición de fotos. ¡Qué sorpresa! " ¿Y se comen? ", "Pues claro que se comen, pero mejor que en Francia que allí cuestan un ojo de la cara y parte del otro". La cosa fue de lo más animada, y hasta me hicieron fotos los chinos en su gran maratón “caracoliano”. Yo, su mascota; pero les dije que me tenía que ir, que me estaban esperando y me fui; y les dejé la mar de contentos con su hallazgo. Y pensé que no hay nada como hacer fotos para que todo cobre mas relieve y entusiasmo, sobre todo si las haces cuando hay turistas chinos y japoneses.