CHATILLA, Canción

CHATILLA

Un piropo tiene en España,
como un granito de sal,
madrileño hasta la entraña,
garboso a carta cabal.
Es un jazmín de oro y raso,
que florece sin semilla,
cuando te dicen al paso:
Olé tu madre, chatilla.
A mi me lo han dicho,
sonando el clarín,
un torero en la Plaza las Ventas,
y la voz de menta,
de un chulillo,
por Antón Martín.

Para sentirse madrileña,
chiquitita, tienes que ser,
palomita, que ya sueña,
con el nido de un querer.
¡Vaya un pico de oro!
que bien me retrata,
un piropo mejor yo no pido,
que Madrid se lo dijo al oido,
a su infanta Isabel, a la Chata.

A la vuelta de un festejo,
donde mi cante triunfó,
sollozando un pobre viejo,
limosna a mi me pidió,
en vez de darle dinero,
le di mi copla sencilla,
otro tesoro no quiero,
Dios, te lo pague, chatilla.
Nunca a mi un piropo me sonó mejor,
que la copla limosna de seda,
corazón que rueda,
recogiendo de luto el dolor.

Para sentirse madrileña,
dadivosa, tienes que ser,
porque el cante da su rosas,
cuando quiere una mujer
¡Vaya un pico de oro!
que bien me retrata,
un piropo mejor yo no pido,
que Madrid se lo dijo al oído,
a su infanta Isabel, a la Chata.
- Marisol Reyes