Trataré de contar un cuento tan real como la vida misma.
LOS ABUELOS
Los abuelos; -les digo a los niños- fueron también niños, que vinieron de la nada, a muchos se les privó hasta de lo que en estos momentos también recula: la escuela.
Pero vayamos a la historia de estos hombres y mujeres, que menos averiados que otros, se les procuró viajes, y en ellos se contaran historias... crudas, reales, y hasta hermosas historias.
LOS ABUELOS
SI ALGUIEN PIENSA QUE LOS ANBUELOS TIENEN SUS VOCES APAGADAS, ESTÁ EN UN ERROR.
Ni mucho menos son sus sonrisas anochecidas. Son viejos niños que a veces desde sus esperiencias, sacan la lengua al mundo. Son sabios en sus consejos y rebeldías.
Son encuentros casuales en los que se alumbran voces antiguas. Algunos ojos no disimulan el resplandor que les llega desde lejanas auroras. 1Que gozo saborear recuerdos! Se "castigan" amorosamente. El destino es aliado. Se acoplan en la mesa del hotel, florecen, recuerdos en díalogo fervoroso. Ël o ella... o todos aportan su historia: historia que les llevó a las canas, que hoy disimulan con el pelo teñido... ellas, que fueron generosas y amaron.
Una se dice niña, caminando por los huertos: habla con ternura.
Otra: le encontré en un viaje, en el pasillo del hotél y nació un! hola! Surgió lo imprevisto: su historia y mi historia: los dos viudos. Ambos venían uno de las montañas y sus nieves, el otro de las interminables llanura... y se dijeron que fueron niños... demasiado felices para los tiempos que corrían.
Ella segía siendo bonita...`por dentro y por fuera- se dijo él y lo seguía pensando, mientras la miraba con amor y callaba que la adoraba... y se la imaginaba niña corriendo por los prados y que al final la atrapaba.
Ellos: muchos de ellos fueron niños o casi niños en tardes inolvidables. Ellos fueron niños en carencias pero en mucha ternura. Ellos fueron niños, que amaron como niños, deforma distinta después, y que descubren que el amor no acaba.
Se me ha ocurrido esta historia, hoy un día, en que las noticias para estos viejos niños, no es nada agradable. Se me ha ocurrido y la haré si no mas real mas larga... triste y alegre, a sabiendas, que la experiencia sabe muy bien de alegrías y tristezas. Y es que esa voz de: "al autobús señores" se oye ya menos en cualquier parte de nuestra geografía.
libertad.
LOS ABUELOS
Los abuelos; -les digo a los niños- fueron también niños, que vinieron de la nada, a muchos se les privó hasta de lo que en estos momentos también recula: la escuela.
Pero vayamos a la historia de estos hombres y mujeres, que menos averiados que otros, se les procuró viajes, y en ellos se contaran historias... crudas, reales, y hasta hermosas historias.
LOS ABUELOS
SI ALGUIEN PIENSA QUE LOS ANBUELOS TIENEN SUS VOCES APAGADAS, ESTÁ EN UN ERROR.
Ni mucho menos son sus sonrisas anochecidas. Son viejos niños que a veces desde sus esperiencias, sacan la lengua al mundo. Son sabios en sus consejos y rebeldías.
Son encuentros casuales en los que se alumbran voces antiguas. Algunos ojos no disimulan el resplandor que les llega desde lejanas auroras. 1Que gozo saborear recuerdos! Se "castigan" amorosamente. El destino es aliado. Se acoplan en la mesa del hotel, florecen, recuerdos en díalogo fervoroso. Ël o ella... o todos aportan su historia: historia que les llevó a las canas, que hoy disimulan con el pelo teñido... ellas, que fueron generosas y amaron.
Una se dice niña, caminando por los huertos: habla con ternura.
Otra: le encontré en un viaje, en el pasillo del hotél y nació un! hola! Surgió lo imprevisto: su historia y mi historia: los dos viudos. Ambos venían uno de las montañas y sus nieves, el otro de las interminables llanura... y se dijeron que fueron niños... demasiado felices para los tiempos que corrían.
Ella segía siendo bonita...`por dentro y por fuera- se dijo él y lo seguía pensando, mientras la miraba con amor y callaba que la adoraba... y se la imaginaba niña corriendo por los prados y que al final la atrapaba.
Ellos: muchos de ellos fueron niños o casi niños en tardes inolvidables. Ellos fueron niños en carencias pero en mucha ternura. Ellos fueron niños, que amaron como niños, deforma distinta después, y que descubren que el amor no acaba.
Se me ha ocurrido esta historia, hoy un día, en que las noticias para estos viejos niños, no es nada agradable. Se me ha ocurrido y la haré si no mas real mas larga... triste y alegre, a sabiendas, que la experiencia sabe muy bien de alegrías y tristezas. Y es que esa voz de: "al autobús señores" se oye ya menos en cualquier parte de nuestra geografía.
libertad.