“la indiferencia es el peor enemigo de la democracia" , El juez Garzón

“la indiferencia es el peor enemigo de la democracia"
"Garzón es víctima de una injusticia"
"sólo conociendo el pasado, una sociedad puede ser verdaderamente libre".
"Escandaliza a cualquiera" que el juez Luciano Varela acuse a Garzón de "dilaciones indebidas" en la tramitación de la querella de las víctimas del franquismo, "cuando nuestro Tribunal Constitucional está empantanado con el Estatut desde hace casi cuatro años, obstruyendo impunemente la máxima expresión política de nuestra soberanía como ciudadanos".

Se podría decir que ¿por qué nadie dice nada del caso EJUNKARIA? Y más, ¿qué pasa con el juez del Olmo? Porque vemos que siete años después, resulta que no dio ni una en el clavo, pero, ¿quién repara los daños y perjuicios?

Pero no, mocita recia, como ayer te amenazaba con copiar y pegar los versos libres de Jesús, hoy sigo copiando porque vienen a cuento de todo lo que está pasando en “este País”, ahí va la continuación:

ASESINARON MIS SUEÑOS
¡CUANDO A SOÑAR COMENZABA!

Buscando nidos jugaba
un día de primavera,
un día del mes de mayo,
parecía un día cualquiera.

Entre romero y encinas,
entre almendros y chumberas,
una casa campesina,
un viejo junto a la puerta.

Llegó la guardia civil,
también llegó otra pareja;
dos falangistas de azul,
los dos con pistola al cinto,
los dos con camisa nueva.

Y golpearon al viejo
hasta romperle las piernas,
le macharon el pecho,
le aplastaron la cabeza.

Y yo, mientras, lo miraba
metido entre las chumberas,
mi boca desencajada
ni respiraba siquiera.

La boca del pobre viejo
vomitaba sangre envuelta
mientras mi orín empapaba
mis dos temblorosa piernas.

Y fue en aquellos momentos,
fue entonces que me di cuenta;
aquél viejo no gritaba,
ni gemía, ni rogaba.

Aquellos cuatro asesinos
como perros con la rabia,
ante el silencio del viejo
más fuerte le golpeaban.

El cuerpo del pobre viejo,
su masa sanguinolenta,
con dos extremecimientos
expiró sobre la tierra.

Con él murieron mis sueños,
allí descubrí las fieras,
asesinos de uniforme,
criminales con bandera.

Un hoyo en la tierra blanda
y buscaron unas piedras
y lo tiraron al hoyo
y lo taparon con tierra.

Sesenta años pasaron
y sesenta primaveras,
el silencio de aquél viejo
sobre mi pecho golpea
mientras que sus asesinos,
lucen sobre sus guerreras
medallas, por defensores
de “sú” patria y “sú” bandera.

ASESINARON MIS SUEÑOS
¡PERO MI MENTE RECUERDA!

El epílogo, podría ser, lo que nunca debió de ser, pero fue.
Que ahora, 35 años después de noviembre del 75, vigente la Constitución del 78 y ochenta y tres después de la rebelión militar que resultó triunfante, pase lo que está pasando, es como para echarse a llorar.

Asombra también, que diez hombres buenos, se pasen cuatro años para decidir si un Estatuto de una Comunidad Autónoma que está en vigor y aplicándose, es constitucional o no, cuando en la Cádiz sitiada, los allí reunidos hicieron una Constitución entera en unos dos años y se conmemora su bicentenario el día de San José (sin ordenadores ni ná).
La vigente, contando proyectos, discusiones y demás, salió consensuada en tres años.
Otra cosa es, que la Ley de Amnistía del 77, de la que siempre se había creído que era para amnistiar a los que resistieron contra el Régimen, resulte que no, que a quienes concedía la gracia, era a los que lo habían creado y sostenido física e ideológicamente.

¡Chupa del frasco Carrasco!
Salud.