LOS SANTOS...

LOS SANTOS
Hoy celebramos en España el día de todos los Santos, una fiesta católica en la que acudimos a los cementerios para visitar la tumba de nuestros seres queridos y de todos los amigos y conocidos que ya no están entre nosotros. Previamente las familias han acudido a los Campos Santos a preparar y engalanar los nichos, adornándolos con flores y fotos para, añadir a su recuerdo y su dolor, la tranquilidad y la paz interior de que ya están en el Cielo y allí habrán terminado de sufrir y de acabar con las vicisitudes de este mundo por la felicidad eterna que nuestra fe nos tiene prometido
La verdad es que los más viejos, en nuestra infancia y juventud, no teníamos ni puñetera idea de Halloween. Nosotros teníamos bastante con nuestros Santos, nuestros Difuntos y con eso nos conformábamos. Esa noche nos dedicábamos a tocar las campanas en la iglesia, a comer batatas y castañas y al día siguiente ir al cementerio, sin máscaras, bien vestidos, y muy recatados, para visitarlos.
Es cierto que los tiempos cambian pero no es menos cierto que en esos cambios, que nos vienen de fuera, y que nosotros tenemos la mala costumbre de aceptar con sumo gusto y sin rechistar, algo nuestro se va quedando siempre en el camino y esas tradiciones y costumbres que nuestros antepasados nos transmitieron, de generación en generación, tienen que ir compartiendo sitio con las nuevas modas que se nos cuelan por la puerta, que vienen de otros países y culturas, que lo único que pretenden es que copiemos sus hábitos, sus creencias, sus gustos, sus costumbres y sus modas porque todo eso a ellos les suponen un beneficio económico, social, cultural o turístico. O sea que ellos se hacen cada vez más importantes e imprescindibles y nosotros vamos perdiendo nuestra autenticidad y nuestra idiosincrasia.
No quiero transmitir yo con esto que hay que cerrar la puerta a todo lo que nos viene de fuera, tenemos que evolucionar, estar en ese mundo sin barrera, en el desarrollo y en el progreso, pero que no solo imitemos sino que seamos capaces nosotros también de conseguir que nuestras modas, nuestras tradiciones, nuestras costumbres, sean imitadas y compartidas en el mundo porque eso significaría que nosotros también saldríamos ganando, que nosotros también éramos importantes.
Yo el día de los Santos y el día de los Difuntos enciendo en mi casa unas velas para todos los que ya no están entre nosotros y ahí estaban incluidos, faltaría más, todos los de Halloween.