AQUEL NIÑO QUE SOÑABA...

AQUEL NIÑO QUE SOÑABA
Era el año de 1953, aquel niño esperaba cantando villancicos, que su padre viniera a por él, para llevarse a toda la familia a Vascongadas, pero su nochebuena aquel año fue triste y solitaria, eran tres hermanos, que todos entendían lo que su padre buscaba en aquella tierra vasca, donde el chirimiri ni paraba en casi todo el año, en esas fechas las cartas tardaban algunos días en llegar, y en ellas el hombre les comunicaba a su familia que estaba pendiente de ir a por ellos, y traérselos para siempre sin ser una familia dividida, la Navidad fue más bien triste, ni una alegría afloraba en aquel ambiente, donde muchas familias vivían el mismo drama, Eran fechas de cenar en familia, los abuelos sintiendo como sus hijos y nietos se marchaban camino de lo desconocido, Fueron los años de la emigración forzosa, donde las casas viejas de adobes, no las quería nadie, donde los burros se vendían en el mercado de Medina del Campo de los domingos, Donde el señor Toribio el carpintero, fabricaba maletas de madera sin cerradura, pero de larga duración y resistencia. Los trenes con vagones de tercera, las personas se acoplaban para aguantar aquellas jornadas duras, con la esperanza de encontrar trabajo un poco mejor remunerado que el Profunda Castilla, Baracaldo como suena, era la meta de muchos emigrantes, hasta el quiosco principal de esa población era de gente de ese valle llamado La Seca. Hace siglos ya emigraron a trabajar en su minas al aire libre, en Ortuella, y en la construcción en diferentes lugares, las viviendas con derecho a cocina eran normal en aquellos años. Este matrimonio y sus tres hijos se marcharon en febrero, para salir adelante, y poder decir con el tiempo que no fue nada fácil el sobrevivir a dichos problemas económicos, Baracaldo, cada vez que he pisado en su suelo, me he sentido casi como si hubiera vivido allí, como si sus problemas hubieran sido míos, Cuando pise en la Casa de Valladolid, noté que era estar entre mis paisanos de toda mi infancia, No había duda, aquellas personas habían cambiado de mentalidad, su nueva tierra prometida era Vascongadas, donde todos los meses cobraban sus dignos salarios, y su tierra se quedaba lejana, aunque nunca olvidada, SON RECUERDOS QUE NUNCA SE OLVIDAN. G X Cantalapiedra. 3 – 12 – 2023.