CUANDO TE DIGAN QUE ESTAS MAYOR,
No es uno tan mayor, cuando sientas que la sangre se te mueve por todo el cuerpo, y el corazón no de señales de agotamiento, todavía te queda tiempo para seguir en tus pensamientos sin pararte a pensar demasiado, Voy al CEPA, de HORTALEZA. que es un lugar donde las personas quieren vivir a tope sus años, nadie pregunta por tu edad, solo los escuchamos leyendo sus escritos en poesía o en lectura de prosa. Son personas que no se cansan de vivir, de poder lanzar al aire sus escritos de sentimientos mundanos, y en la clase toda llena de estas personas que son altamente respetuosas, se siente el compañerismo que quizá de niños no pudimos tener, ya que como yo hubo compañeros que trabajaron en la agricultura desde los nueve años, y por las noches íbamos a la clase de adultos, Es normal que ahora pongamos todos nuestros sentidos en lo que el profesor jubilado como nosotros nos explica, Estoy encantado de pertenecer a esta clase de personas que quieren vivir su vida a tope, decir en prosa o poesía sus memorias, que a veces son fabulosas, es un estado de suplir aquellos tiempos donde los hijos de los obreros agrícolas no teníamos posibilidades económicas de poder estudiar, y ahora podemos estar en esa clase sin tapujos ni sombras raras, No me siento viejo, y aun menos, cuando veo que la mayoría de las personas que allí vamos, no miramos al compañero por su edad, si no por sus escritos o sus palabras que siempre te enseñan algo. Cuando alguien de mi entorno me dice, “Creo que es un poco tarde para ir al colegio”, se me viene a la memoria mi infancia cuando no pude ir a la escuela pública, por tener que trabajar con mi padre en la agricultura. Al ser en mi casa siete hermanos, y yo el mayor de los chicos. El destino te dice, ahora tendrás libros los que quieras, entonces ni libros tuve para leer, solamente el periódico EL NORTE DE CASTILLA, que en el bar de un tío mío le compraban diariamente, y pude leer todos días los Ripios de Ansúrez. De los que guardo buena memoria. G X Cantalapiedra.
No es uno tan mayor, cuando sientas que la sangre se te mueve por todo el cuerpo, y el corazón no de señales de agotamiento, todavía te queda tiempo para seguir en tus pensamientos sin pararte a pensar demasiado, Voy al CEPA, de HORTALEZA. que es un lugar donde las personas quieren vivir a tope sus años, nadie pregunta por tu edad, solo los escuchamos leyendo sus escritos en poesía o en lectura de prosa. Son personas que no se cansan de vivir, de poder lanzar al aire sus escritos de sentimientos mundanos, y en la clase toda llena de estas personas que son altamente respetuosas, se siente el compañerismo que quizá de niños no pudimos tener, ya que como yo hubo compañeros que trabajaron en la agricultura desde los nueve años, y por las noches íbamos a la clase de adultos, Es normal que ahora pongamos todos nuestros sentidos en lo que el profesor jubilado como nosotros nos explica, Estoy encantado de pertenecer a esta clase de personas que quieren vivir su vida a tope, decir en prosa o poesía sus memorias, que a veces son fabulosas, es un estado de suplir aquellos tiempos donde los hijos de los obreros agrícolas no teníamos posibilidades económicas de poder estudiar, y ahora podemos estar en esa clase sin tapujos ni sombras raras, No me siento viejo, y aun menos, cuando veo que la mayoría de las personas que allí vamos, no miramos al compañero por su edad, si no por sus escritos o sus palabras que siempre te enseñan algo. Cuando alguien de mi entorno me dice, “Creo que es un poco tarde para ir al colegio”, se me viene a la memoria mi infancia cuando no pude ir a la escuela pública, por tener que trabajar con mi padre en la agricultura. Al ser en mi casa siete hermanos, y yo el mayor de los chicos. El destino te dice, ahora tendrás libros los que quieras, entonces ni libros tuve para leer, solamente el periódico EL NORTE DE CASTILLA, que en el bar de un tío mío le compraban diariamente, y pude leer todos días los Ripios de Ansúrez. De los que guardo buena memoria. G X Cantalapiedra.