AQUEL HOMBRE AMANTE DEL CENTRO DE MADRID...

AQUEL HOMBRE AMANTE DEL CENTRO DE MADRID
Era un hombre que toda su vida fue amante del Centro de Madrid, llegó a esa ciudad con muy poca edad, y siempre le agradaba estar en el Kilómetro Cero, Puerta del Sol, donde cada vez que había pasado su pie le apoyaba con fuerza. Siendo joven hizo sus escapadas por aquella parte de La Plaza Mayor y sus aledaños, visitando los mesones de la Cava de San Miguel, incluido el de Luis Candelas, y la Cava Baja con sus mesones, lo mismo los bares de al lado de La Plaza Mayor con sus bocadillos de calamares recién fritos, su afición era enorme y estando casado y a punto de jubilarse comentó. “Una vez que me jubile vendré por lo menos dos veces por semana, para pasearme por La Gran Vía, Preciados, Arenal, Calle de Montera, Calle de Fuencarral, y subir despacio por la Calle de Alcalá hasta Manuel Becerra”. Y este hombre con sus muchos años acuestas, sigue paseando por esos lugares que tanto cariño les tiene, es un hombre feliz al verse por esas aceras sin ninguna prisa, solo esperando que no le falle la jubilación, o sea que no se la bajen, su salud con achaques no le deja metido en su piso, y su esposa casi siempre le acompaña, ya que desde que fueron novios visitaban la Chocolatería de San Gines, y se paseaban por todo ese Centro de Madrid cargado de historia, todos los museos les visito en tiempo de sus hijos cuando eran jovenes, y años después sigue visitándoles. Cuando alguien le critica sus andanzas el contestaba, “Madrid es Maravillosa y puedes comer con poco dinero y pasarlo bien sin hacer cosas raras, solo sabiendo donde entras y consumes. Este hombre hoy en día tiene cerca de ochenta años, y Madrid y sus monumentos les conoce al dedillo, y se siente agradecido a esta ciudad que aunque no naciera en ella, la tiene tanto cariño que parece ser un forofo de toda la ciudad, donde desde los autobuses la visita diariamente, para que no le entre esa enfermedad del olvido que toda las personas mayores no la quieren ni pronunciar, la vida nos regala las pasiones que a veces las personas las llamamos razones. G X Cantalapiedra.