Yo tambien soy funcionario, llevo casi treinta años...

Hablemos de la animadversión hacia los funcionarios.

De entrada, he de decir que yo soy funcionario y empresario agrícola, pequeñito empresario agrícola, casi autónomo. Pero mis relaciones con otros componentes de ese sector me permiten tener una visión de la economía algo más amplia que la de un simple funcionario, creo yo.

Hay muchas razones para explicar la aversión al funcionariado. Por cierto, identificando al funcionario con cualquiera que trabaje para la Administración Pública y tenga trabajo fijo. Parece ser que la controversia no está tanto en lo de trabajar para la Administración sino en lo del trabajo fijo.

¿Y si no se trabaja para la Administración pero se tiene un trabajo fijo?, ¿No se tiene el mismo privilegio que un funcionario?

Podrían aportarse otras consideraciones, como por ejemplo la comodidad del trabajo, o el disfrute de largas vacaciones, etc. Pero todo esto, desde mi punto de vista, no justifica la aversión hacia los funcionarios. En el caso de la peligrosidad, hay funcionarios que ejercen un servicio tan peligroso que se juegan la vida o su integridad a cada instante, y en sitios donde hay que tenerlos bien puestos; en el caso de las vacaciones, hay funcionarios que durante los 365 días y durante las 24 horas del día están al servicio de la sociedad.

Así que la aversión a los funcionarios debe tener causas difíciles de concretar.
Sin embargo, al tener un carácter bastante generalizado habría que pensar que tiene una raíz SOCIAL, HISTÓRICA O CULTURAL, más que una base LABORAL. Y ahí es donde creo yo que puede estar el quid de la cuestión.

Tirando de mi propia experiencia, recuerdo que mi padre tenía el convencimiento de que los únicos que TRABAJABAN eran los AGRICULTORES, porque según su mentalidad eran los que criaban y producían PRODUCTOS. Para mi padre, los funcionarios NO PRODUCÍAN, vivíamos a costa de lo que otros, entre los que él se encontraba, PRODUCÍAN. Yo nunca debatí con mi padre sobre este particular, ni siquiera se lo objeté, formaba parte de sus convicciones más profundas y no era cuestión de tener que enfrentarnos por unas ideas más o menos acertadas.

Lo cierto es que mi padre estaba completamente equivocado. Se trata de una cuestión de formación, de cierta información sobre lo que es la actividad económica. De situar a cada uno DE LOS TRABAJADORES en el sector que le pertenece. MI PADRE ERA DEL SECTOR PRIMARIO, Y ESTABA CONVENCIDO DE QUE TODOS LOS QUE NO TRABAJABAN EN EL SECTOR PRIMARIO VIVÍAN A COSTA DE LOS QUE PERTENECÍAN A ESE SECTOR.

Muchas veces, cuando acudo a mis tareas agrícolas, me acuerdo de él y pienso, si todos hubiésemos tenido su mentalidad, aún estaríamos roturando nuestros campos con el arado romano y recolectando mieses con una hoz.

La cultura es esencial para valorar la aportación de los funcionarios.

También es importante tener una idea clara de lo importante que es la división del trabajo. El trabajo repartido es esencial para comprender el avance de nuestra sociedad. Cuando se reparte el trabajo las comparaciones son odiosas. ¿Qué trabajo vale más, el del agricultor que produce patatas o el del maestro que enseña a nuestros hijos?. ¡Los dos son necesarios!, ¿por qué del agricultor pensamos que no se merece estar parado y del maestro que sí lo merece?. Los agricultores tienen sus dias de asueto, que además se los toman cuando les parece, y los profesores están sometidos a una rígida disciplina de horarios, que a la larga los desquicia.

Otro factor que influye en la consideración de los funcionarios es la opinión que se vierte a través de muchos medios de comunicación. Cuando interesa crear polémica se hacen eco de la opinión de cualquier vocero interesado, y se quedan tan panchos, dándola a conocer como si todo el mundo pensase de la misma forma.

Pues muy mal. A este respecto recuerdo un programo de TV - "Una mirada al mundo", o algo así, creo que se llama - en el que apareció el presidente de la patronal diciendo que "Los salarios de los funcionarios habían aumentado un 500 por cien en los últimos años". ¡Olé, con olé y olé!. Y se quedaron tan panchos, y entre todos los contertulios, que había muchos, y de varios signos, ninguno dijo ni pío.

Con noticias así, ¿qué van a opinar los que las oigan?. Supongo que lo que este individuo quería decir es que la masa salarial de los funcionarios había aumentado un 500 por cien, ¡PERO ESO NO TIENE QUE VER NADA CON LOS SUELDOS!, de hecho, mi sueldo ha disminuído un 6´5% en los dos últimos años.

En fin, los funcionarios somos unos privilegiados porque eso es lo que se dice, pero cada día son menos los que tienen moral para estar varios años más tiesos que la mojama, preparando unas oposiciones no aptas para políticos.

......
iiiiiiiii

Yo tambien soy funcionario, llevo casi treinta años trabajando en la administracion, cuando entre hice dos pruebas, las dos las aprobe una para el PMM, y otra para un Ministerio y opte por esta ultima, con la llegada de las Autonomias nos transfirieron a ella, pero lo que he ganado lo he hecho con el sudor de mi frente, nadie me ha regalado nada y siempre he estado al servicio de la sociedad, mas de un bocazas que hablan de nosotros, no habria aguantado momentos que yo he vivido y sufrido, pero es que son eso unos bocazas.
Solo un pero a tu exposicion, Ojo del Guadiana, desde que Aznar nos congelo el sueldo alla por el 96, hemos perdido la friolera de mas del 40% de nuestro poder adquisitivo, pues ni las congelaciones, ni la bajada de Zp, ni nada se nos ha vuelto a restituir nunca, echa numeros y veras como siguiendo los IPC de estos años, me das la razon, es mas, creo que me quedo corto.
Saludos
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Chando,

Tienes razón, los funcionarios habremos perdido, desde la congelación salarial de Aznar, alrededor de lo que tú dices.

Pero yo no me refiero a la pérdida del poder adquisitivo por causa de la inflacción, me refiero a la pérdida de masa salarial que yo he sufrido por efectos de los recortes. Es decir, que si mis ingresos brutos declarados a hacienda en el año 2010 fueron 18.000 euros, este año, han sido un 6´5% menos; o sea, 16840 euros. Lo cual significa que voy para atrás como el cangrejo. No son estos números reales, pero reflejan la realidad de nuestros salarios.

A este recorte, ahora, hay que sumarle el que nos ha endilgado Rajoy, que puede andar por encima del 7%, lo cual nos lleva a un descenso en la masa salarial de más del 13%. Sumemos, después, las correcciones por inflacción que tu mencionas, y no me extrañaría en absoluto que hayamos perdido casi la mitad de nuestro salario con respecto al conjunto de los trabajadores del país.

Lo gracioso de todo esto es que LOS SINDICATOS NO HAN MOVIDO UN DEDO para que la situación fuera más equilibrada.

¿Qué culpa tenemos los funcionarios de que nuestra empresa no haya presentado suspensión de pagos?, ¿Acaso eso es lo que quiere la ciudadanía, que la Administración presente suspensión de pagos y eche al paro a casi todos sus trabajadores?. Pues puede suceder, y entonces, ¿qué decir de nuestra estabilidad laboral?, ¿dónde quedaría?.

Los funcionarios tenemos la misma seguridad laboral que la que tiene la Administración para hacer frente a sus deudas. El día que la Administración no pueda hacer frente a sus deudas, y ahora estamos cerca, no podrá pagar a sus trabajadores ni cumplir otros compromisos de pago, como son el pago de pensiones.

Así que trabajar con el Estado y por el Estado ofrece las mismas garantías que trabajar para cualquier otra empresa, MÁXIME SI SE ESTÁ SOMETIDO A LOS CAPRICHOS DE UNA CATERVA DE POLÍTICOS INEPTOS.

Saludos. ... (ver texto completo)