ENFOQUE.
El fin del «no bonita, no»
El Congreso cede ante una delegación iraní.
ABC.
Actualizado:
04/09/2019 00:40h.
<<El feminismo no es de todas, no bonita, no, se lo han currado los socialistas». Las palabras de Carmen Calvo excluyendo a todo aquel que no sea del PSOE de la lucha por los derechos de la mujer embarrancaron ayer en el fango de la cruda realidad. Bajo la presidencia de la socialista Meritxell Batet, el Congreso suspendió el saludo protocolario a una delegación iraní que visitaba las Cortes para que sus integrantes no se sintiesen incómodos al saludar a las mujeres de la Comisión de Exteriores. En un principio, estaba previsto que solo los hombres saludasen a los invitados, quedando excluidas las diputadas. Fue Vox quien dijo no querer participar en el saludo si esto era así, pues suponía una humillación al sexo femenino. Con los iraníes casi en la puerta, el lío lo resolvió el presidente de la Comisión, el socialista Sergio Gutiérrez, de manera expeditiva: eliminó el saludo y santas pascuas, lo que en realidad se trata de una derrota ante el machismo de la delegación iraní pues supone cambiar el protocolo que rige en la Cámara.
Desde el Congreso se trató de quitar hierro al asunto afirmando que se limitaron a mandar a los diputados «un correo electrónico de la Embajada de la República Islámica, en el que se recordaba el protocolo de la delegación (que prohíbe que los varones y las mujeres tengan contacto físico en público por motivos religiosos) para evitar situaciones incómodas a los diputados españoles». Lo que corrobora dos cosas: que los iraníes se salieron con la suya y que puede que «el feminismo no sea de todas, no bonita, no», pero la humillación sí.
El fin del «no bonita, no»
El Congreso cede ante una delegación iraní.
ABC.
Actualizado:
04/09/2019 00:40h.
<<El feminismo no es de todas, no bonita, no, se lo han currado los socialistas». Las palabras de Carmen Calvo excluyendo a todo aquel que no sea del PSOE de la lucha por los derechos de la mujer embarrancaron ayer en el fango de la cruda realidad. Bajo la presidencia de la socialista Meritxell Batet, el Congreso suspendió el saludo protocolario a una delegación iraní que visitaba las Cortes para que sus integrantes no se sintiesen incómodos al saludar a las mujeres de la Comisión de Exteriores. En un principio, estaba previsto que solo los hombres saludasen a los invitados, quedando excluidas las diputadas. Fue Vox quien dijo no querer participar en el saludo si esto era así, pues suponía una humillación al sexo femenino. Con los iraníes casi en la puerta, el lío lo resolvió el presidente de la Comisión, el socialista Sergio Gutiérrez, de manera expeditiva: eliminó el saludo y santas pascuas, lo que en realidad se trata de una derrota ante el machismo de la delegación iraní pues supone cambiar el protocolo que rige en la Cámara.
Desde el Congreso se trató de quitar hierro al asunto afirmando que se limitaron a mandar a los diputados «un correo electrónico de la Embajada de la República Islámica, en el que se recordaba el protocolo de la delegación (que prohíbe que los varones y las mujeres tengan contacto físico en público por motivos religiosos) para evitar situaciones incómodas a los diputados españoles». Lo que corrobora dos cosas: que los iraníes se salieron con la suya y que puede que «el feminismo no sea de todas, no bonita, no», pero la humillación sí.