Acabamos la charla con algunos apuntes de la situación...

Acabamos la charla con algunos apuntes de la situación general, EE. UU., la guerra de Irak. Miry cree que hay que leer entre líneas los discursos pacifistas de políticos como Simon Peres, presidente israelí y laborista. Piensa que destilan una impostada superioridad, moral y tecnológica, sobre los árabes que les da derecho a ocupar tierras. Vuelve a repetir que para el país judío no sólo no existen las resoluciones de la ONU sino que siempre se prepara para vencer siempre por medio de la fuerza militar.
Acabamos la visita acompañados de una joven y muy guapa integrante de la asociación Golan for Development. Como Taiseer, es drusa y expresa su religiosidad musulmana de manera muy diferente y abierta. Nos enseña la frontera con Siria, la delgada pista de tierra a un lado y otro de la valla por la que circulan los ejércitos. En la lejanía se ven dos edificios. Le pregunto si son cuarteles, pero no. Son estaciones de radio, para que los familiares sirios de uno y otro lado de la frontera puedan hablarse a través de ellos. Luego, nos lleva a una de las colinas más altas de la zona. Allí vemos el resto de pueblos que componen el Golán, rodeados de lagos, y en la lejanía, nos dice, están las primeras zonas conquistadas por Israel en la última invasión del Líbano en 2006. Al lado nuestro, unas tiendas de campaña delatan la presencia de una naciente colonia judía.

Luego, en la tranquilidad de la noche, en la pequeña compañía de tres tras la marcha del grupo, pudimos comprobar las diferencias de una población que se adivinaba con más recursos, con menos problemas acuciantes, en las que se combinaban los salam con los shaloms. Sentados, cerveza y narguile en mano, pudimos repasar nuestro ajetreado viaje y hasta desconectar un poco la intensidad de unos días inolvidables en Palestina. Tres viajeros pensando en el reciente pasado, en sensaciones y datos que saturaban nuestra mente y que tardarían en salir, en el cercano trámite de salida… Y un círculo que cerramos sentados en una moderna avenida de Haifa, mirando al mar en compañía de Nisreen Mazzawi, a la espera de tomar la opción individual, somos turistas y no nos conocemos, en un moderno tren camino del aeropuerto. Círculo que completó Juana en compañía de Nisreen viendo bloques vacíos de viviendas, abandonados desde la expulsión de sus habitantes árabes en 1948. Esos, cuyos hijos y nietos vimos a lo largo de toda Palestina.
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