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Bicimad vs. España: por qué en Madrid es un caos lo que en otras ciudades funciona
Bicimad vs. España: por qué en Madrid es un caos lo que en otras ciudades funciona
En apenas quince días, el 'nuevo Bicimad' ha reventado el sistema de alquiler de bici pública en Madrid: no funcionan las apps y hay cientos de bicicletas abandonadas
Ciudades españolas como San Sebastián, Valladolid y Barcelona cambiaron en el pasado al mismo sistema que Madrid sin hundir su red
El principal problema ha estado en los tiempos y en que Madrid ha pedido un desarrollo exclusivo para dejar las bicicletas sin anclar en las estaciones. Esto, sumado a la gratuidad, está provocando que estas desaparezcan

Analía Plaza
26 de marzo del 2023 a las 06:51. Actualizada a las 10:25

Bicimad, el servicio de bicicletas públicas de Madrid, está roto. No funciona desde hace dos semanas, cuando el Ayuntamiento introdujo el 'nuevo Bicimad': una ampliación y posterior cambio de sistema que conviviría unos meses con el antiguo. Para hacer más llevadero el período de transición —y ante los previsibles problemas que daría—, el Consistorio anunció viajes gratuitos hasta final de julio. Una medida deslumbrante si no fuera porque a) es casi imposible coger una bici b) no es del todo cierta y c) es una de las causantes del colapso absoluto de la red.

"Con el gancho de la gratuidad ha entrado mucha gente", explica un portavoz de la Plataforma Sindical EMT, sección Bicimad. "Y como no ha habido planificación ni se ha explicado bien cómo convivirían ambos sistemas, las bicicletas quedan abandonadas a su suerte". El portavoz pone un ejemplo sencillo: el de la persona que va de la periferia, donde ya hay bicicletas y estaciones nuevas (azules), al centro, donde aún están las viejas (blancas). "Coges la bici en Usera y te vas a La Latina. Pero llegas y no puedes anclar la bicicleta. Llamas al 010 y no te lo cogen. Al final dejas la bicicleta apoyada y sin cerrar el candado de atrás". relata. "Por eso las redes están llenas de quejas

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PLATAFORMA SINDICAL EMT
Por eso, también, apenas hay bicicletas en las bases. La semana pasada El País cifró en 500 las unidades desaparecidas. Entre las perdidas hay bicicletas viejas, pero también nuevas: un desliz que saldrá caro, pues cada una de las nuevas bicis cuesta 2.410 euros, según la documentación del contrato que hizo pública la Empresa Municipal de Transportes. Y no está claro que se vayan a recuperar.

Preguntado el Ayuntamiento de Madrid por este periódico, remite a la la compañía pública EMT, responsable del servicio, que permanece en silencio y sin dar una sola explicación.

Bicicletas abandonadas de Bicimad

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PLATAFORMA SINDICAL EMT
Para los usuarios habituales de Bicimad la situación es desesperante. Gente acostumbrada a moverse diariamente en bici pública —Bicimad tenía dos puntos fuertes: el motor eléctrico para subir cuestas y el precio imbatible, a cincuenta céntimos el trayecto— ha visto en los últimos quince días cómo la han dejado sin medio de transporte. " ¿Os imagináis que al inaugurar una ampliación del metro la mitad de los billetes dejaran de funcionar, algunas estaciones no permitieran el paso, otros trenes dejaran de parar sin aviso o las puertas no se abrieran al llegar a la estación?", resume el colectivo En Bici por Madrid. "Esto es Bicimad ahora".

Los problemas empezaron siendo tecnológicos —había una app y se pidió a los usuarios que migraran su cuenta a otra app, muchos no lo consiguieron, ambas apps daban errores continuos...— pero han evolucionado hasta cargarse, literalmente, el sistema. Si en alguna estación vieja queda alguna bicicleta disponible, la app fallará al intentar sacarla. Si se logra desanclar, el problema estará al devolverla: por alguna razón ya no se cierran automáticamente los viajes, de modo que la aplicación piensa que seguimos en la bici y anota viajes de hasta diez horas (caso real. Y a veces te los cobra). Las estaciones nuevas no van mejor: este diario intentó desanclar bicicletas con sendas apps en la recién estrenada estación de Duque de Pastrana y no tuvo éxito.

El caos del nuevo Bicimad —un contrato de 48,8 millones de euros, de los cuales 30 millones están financiados por los fondos europeos Next Generation— sorprende más al saber que varias ciudades españolas han pasado por procesos muy similares, de cambiar de un sistema a otro, sin hundir sus redes. No solo eso: las bicicletas que se están instalando en Madrid son las que ya usan A Coruña, San Sebastián, Barcelona y Valladolid, además de otro puñado de ciudades de todo el mundo como Londres, Nueva York, Mónaco, Boston, Buenos Aires, Toronto o Washington DC. Detrás de ellas está la empresa canadiense PBSC, que nació como compañía de bicicleta pública de Montreal y comenzó a exportar su tecnología (estaciones, bicis y sistema informático) a partir de 2010.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Más se perdió en los ERES.
Para variar, cuentanos del colapso de las oficinas de la S. S. para arreglar papeles, la jubilacion y otros asuntos, incluso no dejan entrar a las oficinas para preguntar sobre que hacer, cosa que por lo visto esta prohibido impedir la entrada, esto está dando lugar al mercado negro, hay personas que por 200€ otros dicen que por menos, en 0cho dias te hacen con una cita,
Más se perdió en los ERES y los progresistas, no han devuelto nada.
Los progresistas son usuarios de las bicis?.