Si la necesidad de un estado federal se justifica para dar una vida más cómoda a los españoles, entonces ¡apaga y vámonos!.
A mí no me produce ninguna comodidad vivir en un estado federal, como tampoco me la produce vivir en un estado de autonomías. Al contrario, hay evidendcias de que han surgido problemas serios de orden social, político, económico, educativo, etc. ligados a la organización de España en autonomías.
Ambos inventos políticos pueden hacer felices a algunas personas, principalmente a quienes NO SE SIENTEN IGUALES.
El sendero autonómico ha posibilitado que los nacionalismos engorden y engorden, sin límite y, en la mayoría de las veces, al margen de la Ley.
¿Ha resuelto esto el problema?
En absoluto. Los nacionalismos, allá donde se han consolidado con la condescendencia de los sucesivos gobiernos, han acaparado espacio político y social a costa de menoscabar los derechos de los españoles desprotegidos.
Si los gorbiernos velasen por que todos los españoles, sin excepción, tuviesen sus derechos garantizados, entonces ya podríamos hablar de federalismos, cantones, y todo lo que se quiera; pero mientras la balanza esté inclinada del lado de los que medran incluso a costa de la vida de otros ciudadanos, como sucede en euskadi, el único objetivo de los gobernantes O ASPIRANTES A GOBERNAR, debería ser proteger a todos los indefensos frente a los prepotentes y abusadores.
¡No valen gestos de comprensión!. Un asesinato es un asesinato, y no puede menosvalorarse cuando lo comete un independentista, sea del tipo que sea, ni cuando lo comete un ciudadano de a pie.
Deberían ser avisos de alerta tantos y tantos mensajes, que en estos días se están difundiendo por parte de ciudadanos residentes en Cataluña y que piden la solidaridad del resto de los españoles para no sentirse abandonados.
Debemos reflexionar qué hemos hecho para que estas personas se sientan desamparadas.
¿Queremos engañarnos a nosotros mismos?
.......
iiiiiiiiiiii
A mí no me produce ninguna comodidad vivir en un estado federal, como tampoco me la produce vivir en un estado de autonomías. Al contrario, hay evidendcias de que han surgido problemas serios de orden social, político, económico, educativo, etc. ligados a la organización de España en autonomías.
Ambos inventos políticos pueden hacer felices a algunas personas, principalmente a quienes NO SE SIENTEN IGUALES.
El sendero autonómico ha posibilitado que los nacionalismos engorden y engorden, sin límite y, en la mayoría de las veces, al margen de la Ley.
¿Ha resuelto esto el problema?
En absoluto. Los nacionalismos, allá donde se han consolidado con la condescendencia de los sucesivos gobiernos, han acaparado espacio político y social a costa de menoscabar los derechos de los españoles desprotegidos.
Si los gorbiernos velasen por que todos los españoles, sin excepción, tuviesen sus derechos garantizados, entonces ya podríamos hablar de federalismos, cantones, y todo lo que se quiera; pero mientras la balanza esté inclinada del lado de los que medran incluso a costa de la vida de otros ciudadanos, como sucede en euskadi, el único objetivo de los gobernantes O ASPIRANTES A GOBERNAR, debería ser proteger a todos los indefensos frente a los prepotentes y abusadores.
¡No valen gestos de comprensión!. Un asesinato es un asesinato, y no puede menosvalorarse cuando lo comete un independentista, sea del tipo que sea, ni cuando lo comete un ciudadano de a pie.
Deberían ser avisos de alerta tantos y tantos mensajes, que en estos días se están difundiendo por parte de ciudadanos residentes en Cataluña y que piden la solidaridad del resto de los españoles para no sentirse abandonados.
Debemos reflexionar qué hemos hecho para que estas personas se sientan desamparadas.
¿Queremos engañarnos a nosotros mismos?
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