Literatura

El puente "nuevo de piedra"
Foto enviada por AdriPozuelo


E. C. E. P. de Pozuelo.

Antiguo matadero municipal,
posteriormente Centro de Estudios
para Mayores.

Hola, buenas tardes Carmen.
La época en la que estoy con los relatos, es bastante anterior a la que tú me dices. Para esa, la década de los sesenta, llegando a los setenta, ya estaba harto de trabajar, y por ello, y a consecuencia de ello, es por lo que tuve que dejar los estudios, el colegio, a los diez años cerca de cumplir los once. En junio terminaron las clases para mí y en julio, de ... (ver texto completo)
Buenos días Adri:
espero que vuestro encuentro fuera grato para Juan (libertad) y para ti.

¡Qué tiempos aquellos de los que se puede decir que llegó un momento en que todo empezó a cambiar!

Apenas cuatro años atrás, si mi hermano pudiera relatar sus experiencias educativas de aquellos tiempos... no tendrían que ver para nada con las mías. Me consta que en sus clases les molían a palos y, luego, quizás, aquello condujese a las gamberradas que hacían.

Sé que era como una moda eso de poner a los niños contra la pared, cargados de libros en ambas manos, y arrearles con mimbres y correas...
Por todo lo que voy leyendo, esa brutalidad, no era típicamente española, sino compartida con muchas culturas. Los británicos, quizás nos superen en esas prácticas que desde luego aplicaban y hasta tiempos recientes. Tienen el tópico de la buena educación pero a gamberros, cuando salen de su país no les gana nadie. Ni a borrachos, tampoco. Quizás, fruto de su desafortunada educación.

Aquí, les comieron el coco también de mala manera pues no me son ajenas esas prácticas, ni en la propia familia- de hijos de republicanos y mediante un lavado de cerebro integral. Un tío mío se las gastaba así. Desde luego, no se parecía en nada a su padre, tan bondadoso, tan inteligente, tan sensible... que no pudo aguantar los malos tratos, las penurias, y las desgracias de la guerra. Acabó desquiciado, antes que convertirse en uno de los suyos. Te juro, que a mi abuelo no le mataron los nazis, le destrozaron ya en España a base de arrebatarle todas sus pertenencias que con tanto esfuerzo y ahínco le costó conseguirlas.

Lo he dicho algunas veces y no me cansaré de repetirlo. Vino a cumplir el servicio militar porque había emigrado con su familia a Francia. Se quedó en España porque se enamoró de mi abuela y se casaron por la iglesia porque ambos eran católicos y como lo que eran, bautizaron a sus hijos.
Con gran trabajo pudo construir la casa para su extensa familia. 5 hijos tenía cuando empezó la guerra. No le quedó al acabar la guerra nada, como a la mayoría de la gente. Su casa se la hundió el bando franquista, y la casa de mi abuela la perdieron también por todo el pan consumido durante la guerra. Al final solo les quedaron ruinas en un país desolado en el que había puesto todas sus ilusiones de una vida mejor que no vivieron nunca. Yo también me hubiera vuelto loca, de haber vivido tantas atrocidades.
Pero la sensibilidad de mi abuelo brotó en otros hijos suyos, así como su buen carácter, a pesar de que uno de los mayores quisiera cambiar el rumbo de los genes para pasarse a las filas del enemigo. No lo consiguió como bien he podido constatar a base de convivir con unos y otros.
Desde mis ojos de niña siempre vi a mi tío (el mayor de los hermanos) como un ogro por la autoridad que quería demostrar a base de imponer castigos físicos o verbales. Mi reacción ante ello, fue un mutismo completo y una obediencia innata porque para mi estaba muy claro, que no me iba a tocar ni un pelo tanta autoridad. Me callaba pero no lo quería, y en mi fuero interno lo rechazaba. Había que camuflarse, evadirse, a base de cambiar de personalidad pero siendo consciente, sin tener edad para ello, que a pesar de todo había que sobrevivir a los malos tratos. Lo que puedo dar gracias es de que no fuera mi padre, pero sin embargo, a veces mandaba en nuestras vidas mas que nuestro propio padre. Se había erigido padre de todos, e interfería en nuestra familia mas de lo que hubiera sido deseable.

Reconozco que nací a tiempo de muchas cosas, hasta de encontrar magia en los pueblos resineros de mi infancia - debido a alguna gamberrada de mi hermano. Tanto es así, que lo primero que hacía muchos días, antes que nada, y más si se me había caído un diente, era buscar en los agujeros de las piedras de la fachada de mi casa. ¡Eureka!, dije el primer día, 25 pesetas gracias a la generosidad del ratoncito Pérez.
Pero mi hermano no decía nada porque sabía que ese dinero no lo podía reclamar ya que lo había sisado del monedero de mi madre.
Pero como yo no lo sabía, la pared era mágica, y siempre me encontraba monedas entre los huecos de las piedras. Nunca en el mismo sitio, pero siempre las acababa encontrando pues rastreaba y rebuscaba bien en ella, ya que había descubierto un buen filón.

Por si fuera poco, una de las mayores ventajas que tenía el ir al pueblo era el dejar de convivir con el ogro, y ser una misma, lejos de tanta intromisión y apabullamiento. Vamos, que mi tierra lo tenía todo. Podía gritar, llorar de rabia, reírme hasta que me saltaran las lágrimas, decir que no a lo que no me gustara, ni me pareciera bien; pero hacer lo que tenía que hacer ya que muchos me necesitaban y les quería de verdad.

Irremisiblemente un día me tuve que ir a vivir con el ogro, pero nunca le contaba la verdad, pues le tenía un miedo atroz. Y ahí puede que haya encontrado el hueco para contar el castigo de Josefina, que lo evadí por miedo.

Feliz lunes ... (ver texto completo)
Buenos días Adri:
quizás hayas continuado con tus relatos tan diferentes de los míos en cuanto a contenido, forma y extensión.
Como le decía a Juan (libertad) en cuando a todo lo conocido en materia de educación en mis tiempos de niña, fueron muy distintos y no lo voy a seguir contando.
Creo que una misma ley da para hacer muchas enseñanzas distintas porque si no, no se comprende que en un país pudiera haber tantas diferencias. Que las había puesto que me tocó vivirlas.

Por ejemplo, en Madrid. ... (ver texto completo)
E. C. E. P. de Pozuelo.

Antiguo matadero municipal,
posteriormente Centro de Estudios
para Mayores.

Hola, buenas tardes Carmen.
La época en la que estoy con los relatos, es bastante anterior a la que tú me dices. Para esa, la década de los sesenta, llegando a los setenta, ya estaba harto de trabajar, y por ello, y a consecuencia de ello, es por lo que tuve que dejar los estudios, el colegio, a los diez años cerca de cumplir los once. En junio terminaron las clases para mí y en julio, de ... (ver texto completo)
El puente "nuevo de piedra"
(en aquella época), cerca del
colegio en el barrio de La Estación.

ME ACUERDO DE...:
(Continuación)

Lo de la maquinilla de afilar tiene su miga, aunque lo demás también, y hasta corteza. La habíamos comprado entre todos, según él decía y gustaba jactarse de ello ante sus "colegas".

Claro que yo aporté algo menos que otros para la compra, pero más que él sí, pues en una sola aportación ya aporté ocho pesetas y pico. ... (ver texto completo)
Adri, si acaso pasas por aquí mi me lees, y respondes afirmativamente a pi proposición, antes de mañana a las 9 de la mañana, o lo mas tardar las 12, a esta misma hora, yo partiría hacia mi pueblo, puesto que el Sabado por la tarde o Domingo mañana tengo que estar de regreso a consecuenccia de la celebración de un cumpleaños, y... que como señalo el lunes me pongo en viaje para toda la semana.
Pienso que a las dos puedo esperarte o me esperas en Tendilla, si es que tomas esa carretera. señalo Tendilla, ... (ver texto completo)
El puente "nuevo de piedra"
(en aquella época), cerca del
colegio en el barrio de La Estación.

ME ACUERDO DE...:
(Continuación)

Lo de la maquinilla de afilar tiene su miga, aunque lo demás también, y hasta corteza. La habíamos comprado entre todos, según él decía y gustaba jactarse de ello ante sus "colegas".

Claro que yo aporté algo menos que otros para la compra, pero más que él sí, pues en una sola aportación ya aporté ocho pesetas y pico. ... (ver texto completo)
Buenos días Adri:
quizás hayas continuado con tus relatos tan diferentes de los míos en cuanto a contenido, forma y extensión.
Como le decía a Juan (libertad) en cuando a todo lo conocido en materia de educación en mis tiempos de niña, fueron muy distintos y no lo voy a seguir contando.
Creo que una misma ley da para hacer muchas enseñanzas distintas porque si no, no se comprende que en un país pudiera haber tantas diferencias. Que las había puesto que me tocó vivirlas.

Por ejemplo, en Madrid. ... (ver texto completo)
El puente "nuevo de piedra"
(en aquella época), cerca del
colegio en el barrio de La Estación.

ME ACUERDO DE...:
(Continuación)

Lo de la maquinilla de afilar tiene su miga, aunque lo demás también, y hasta corteza. La habíamos comprado entre todos, según él decía y gustaba jactarse de ello ante sus "colegas".

Claro que yo aporté algo menos que otros para la compra, pero más que él sí, pues en una sola aportación ya aporté ocho pesetas y pico. ... (ver texto completo)