RECITAL NAVIDEÑO EN VILLADIEGO, Literatura

RECITAL NAVIDEÑO EN VILLADIEGO

Una es una ingenua y nunca aprenderá; pero amigos, amigas, la suerte me acompaña. Gracias le di al cielo ayer el día que se me ocurrió adelantar mi reloj cinco minutos.
Ayer fueron mis cinco gloriosos minutos para mi; y de duda, desazón, intriga, triunfo fallido para otros. Al final, se sintieron desafortunados y desafortunadas. Aunque siempre hay quien se alegró, pues una cuanta con seguidores voluntarios y voluntarias que me conocen y dicen: "Esta es mi chica"

¿Os acordáis de las pelis de vaqueros, que en el último momento el bueno ganaba al malo, venía el bueno y libraba a la protagonista de un infortunio cruel? Pues eso piensan de mi mis incondicionales. Que no me quedaría en tierra. Y eso que lo tuve rayando.
En el último ensayo, que yo ahora visto lo visto, jamás volveré a ir sin un lápiz, un borra y por indicaciones de nuestra directora. Que tuvo el detalle de regalárnoslos. Y útil que me fue. Apunté con ese lápiz la hora de salida: 5:30. Pero para mi desasosiego, eran 5:24, cuando veo, atónita, yo que creía que por una vez llegaba en hora, que el autobús se situaba en vertical para iniciar su salida hacia Villadiego.
Y tuve varios puntos a mi favor: Primero, que hasta con zapatos de tacón corrí hasta el vehículo social; segundo, que contaba con los cinco minutos de adelanto de mi reloj, que dicho sea de paso, de nada me habría servido. Y tercero, que un coche, se cruzó en la ruta de mi casi autobús perdido.
¿Os imagináis que cara se me hubiera puesto si lo pierdo?
¿Os imagináis que estallido de felicidad para algunas y alguno?
No puedo pensar que tal maldad habite en los seres humanos.
Pero el coche: "si no hubiera sido por ese coche, te habrías quedado en tierra". Una me recalcó. "Había que estar a las cinco y veinte para salir a las cinco y media", me dijeron.
"Pero qué mala leche tenéis", les dije yo, " y así os va", rematé.

Y otras: " ¿No piensas cambiar de hábitos, y llegar pronto de una vez en la vida?"
Y yo, más feliz no podía estar, os lo juro. Una vez más sorteando las ganas que me tienen, y el destino que juega de mi lado. Ya las dije:

"Más vale llegar a tiempo que rondar un año".

Y claro, ante esas respuestas que les doy, y no se esperan, se les olvida hasta el verdadero motivo de su inquina. ¿Cual sería esta vez? ¿Pero qué les haces tu a las mujeres de este pueblo para que te odien tanto?
El dichoso programa de televisión. Porque después de haber escrito de todo, siempre la verdad, nunca con tapujos, ni engaños, y dando la cara; van y me conceden el honor de invitarme al programa de Tardajos.
Al primer lugar al que se dirigió el alcalde fue al ayuntamiento donde yo estaba con toda la documentación que pude conseguir. De la cual no di cuenta mas de un 10%de todo lo que tenía y tuve que seleccionar en el acto.
Fui la primera en exponer la historia del pueblo. No me puedo quejar del tiempo, y encima nadie tapó mis errores. Titubeé en un momento dado pero después continué como si tal cosa. Y acabé, creo que dignamente. Porque lo mío es escribir, y hablar en público es lo que más me cuesta. Pero intenté decir lo que me parece que puede ser importante para un pueblo. Con toda mi buena voluntad de ayudar. Y pasando de mi aspecto. Porque la víspera tuve dos opciones: o lucirme, o intentar decir lo importante en diez minutos. Y opté por lo segundo. Concentrarme en lo importante que era la cultura de Tardajos.

Para lucirme ya tendría tiempo el día de ayer. Arreglarme bien mi pelo y peinarme de víspera. Y tener todo calculado en cuestión de horarios que es lo que más me cuesta cumplir siempre con esta gente, porque ellos siempre adelantan la hora de salida en cuanto ven que solo falto yo por llegar.
Repatea mucho que si es otra u otro el que falta, vayan hasta su casa a buscarlo, como en la última ocasión. Que no me dolió nada en absoluto. Pero que para mi sean tan estrictos, estrictas, desalmados, desalmadas... Tengo de mi parte que no les vale de nada todo ese celo pues una tiene aliados invisibles.

Si hubiera tenido una bola de cristal, que no la tengo, porque con mi imaginación me basta, habría visto una satisfacción infinita. Una pasión vengativa. "Se le está bien... por tardar. Mira que le hemos dicho que llegue pronto y ella ni caso, se fía de su buena estrella. Pero hoy se va a estrellar esa... ¡Cómo la odio!"
No me estrellé, en el último momento llegué, y dije que no era la hora estipulada pero de nada me sirvió. Y me fui a mi rinconcito, pero sabiendo que de ahora en adelante todavía tendré que ser más precavida con ellos y ellas. Que gracias a Dios me conozco al personal de "pe a pa", solo con mirarlos, sé qué piensan.

Pero mira, procuré no dar mas notas desafinadas. No hacer fotos porque una vestida de azul da mucho el cante. Y le di la cámara a uno que consideraba que era amigo, que me puso alguna pega, pero me hizo el favor. Porque a uno que le gusta hacer fotos, tener que darle la tuya, le quita concentración, y lo entiendo. Pero el resultado final es que los villancicos quedaron estupendos y yo me encontré super cómoda en el lugar indicado por mi directora. Que lo supe, el día que me cambió (de víspera) y no le puse pegas ninguna, encima me favoreció, y me libró de la primera fila que precisamente la segunda es la que más favorece en que a la primera le lleguen mejor las notas y se oiga mejor el conjunto.

El lugar de la cita es un nuevo auditorio que estrenamos el año pasado para la concentración de corales de la provincia de Burgos. Todo a rebosar y lleno total.
Este año había más huecos porque solo se trababa de un recital navideño de tres corales: "Pedrosa del Príncipe"," Los Cañamares "de Villadiego y la coral de Tardajos. En familia y buen armonía lidiando los puntos iniciales que logré salvar perfectamente.
Los primeros en intervenir fuimos los de Tardajos, después Pedrosa del Príncipe. Y luego el grupo anfitrión nos acompañó para unas canciones conjuntas. Todo quedó estupendo. Pues los primeros en notar los fallos somos los propios coralistas y no hace falta que te digan porque sabemos si desentonamos perfectamente.
Contamos con buenos directores y eso se nota. Nuestra directora es Estívalíz, natural de Villadiego; y director de la coral de Villadiego, Javier Calzada. Hubo premios para los directores por parte de la Coral anfitriona, y que era la que organizaba el encuentro navideño.
Al final fuimos invitados a cenar cómodamente sentados y sin prisas para gozar de una singular velada. Casi a las doce llegábamos a nuestros hogares dando gracias por la aventura feliz del día.