Buenas noches: ...

Hola, buenas tardes Carmen.
Ya sé que no sirve de nada ya echarse la culpa o culpar a otros, pero como queda algo de regusto amargo, no es fácil desprenderse de él. Y es debido a que a lo largo del año hay tantas fechas que te lo recuerdan: el cumpleaños; el día fatídico; el aniversario de boda, ya que ella fue la madrina; el nacimiento de algunos de mis hijos, pues también fue la madrina de más de uno; el día uno de noviembre, que todos los años nos hacía puches, incluso después de casarme, que iba con mi familia a su casa a comelos y cuando se quedó sola al faltar primero mi hermano el pequeño y al poco mi padre, los hacía yo y los llevaba a su casa para comerlos todos juntos; y todos los domingos que desde que se quedó sola iba a mi casa a comer y estaba con nosotros todo el día, igual que en navidades, que las pasaba con nosotros.
Por más, que días antes de Navidad se fue mi padre y ella el día 8 de enero, sufriendo el accidente del que no se recuperó el día 5, víspera de reyes cuando yo me encontraba haciendo las compras para esa noche y el día siguiente, en que los pasaría en mi casa, ya que no quería ir a casa de ninguno de sus hijos últimamente.
Pero lo que me queda se podría decir que es nostalgia, no pesar o remordimiento. además que no quiero olvidarlo y a ella tampoco. Fueron 57 años, casi 58, viviendo a bien con ella y sin perder relaciones cordiales, y eso no se debe olvida; ni se puede, ni se debe olvidar.
Saludos

En la foto: mi madre, mi abuela y mi hermano pequeño, allá por los años sesenta, a la puerta de su casa con el barreño en la mano tras colgar a secar la colada.
D. E. P. los tres

Buenas noches:
Me acabo de sentar al ordenador y bueno. La vida es tan dura, a veces. Comprendo que cuando una persona está prácticamente bien, tiene que ser muy duro de aceptar. Pero cuando una enfermedad se prolonga, se va complicando poco a poco, te van diciendo los médicos que la cosa es muy grave y lo vas viendo día a día, que el resultado es inevitable, te lo vas tragando sin querer hasta que llega el día final, que no quieres que sea, pero que es realmente. Y entonces hay mucho dolor por esa pérdida que nunca se puede olvidar.
Yo la recuerdo en infinidad de veces, e incluso sueño con ella, como si estuviera todavía; hasta que me despierto y veo que ha sido un sueño.
Pero me hace bien soñar con ella porque te sigue transmitiendo lo mismo que en vida, su cariño. Es como un sueño terapia y muy tranquilizador. Muchas veces me ocurre y sobre todo cuando mas lo necesito. Madre no hay mas que una y no se puede sustituir.
¡Tantos recuerdos imborrables! y qué suerte tuviste de estar durante tanto tiempo con ella. Yo sin embargo, desde que me casé, ya nunca fue lo mismo, y yo sabía que le hacía falta pero tenía mi familia y ella muchos otros hijos. Y ella, sé que sufrió mucho mi ausencia. Pero no me puedo culpar por lo que no pude hacer. Quizás por eso sigo escribiendo en su cumpleaños -11 de abril- imborrable porque siempre su cumpleaños fue una fecha muy especial y muy querida, y por todo. Porque ya era primavera y por eso la primavera siempre me recuerda a mi madre. Es así y no se puede evitar el sufrir por lo que perdimos y que no volverá nunca, pero nos queda el recurso de recordar todo lo bueno que nos dieron nuestros seres queridos.
Un saludo Adri y buenas noches