Buenas noches, Libertad: Gracias por poner ese verso,...

Buenas noches, Noemí: ¡Qué bonito poema dedicado al pan nuestro de cada día! Me ha recordado a mi madre cunado yo era pequeña. Ella amasaba el pan que se consumía a diario, y de bien que lo hacía hasta le distinguían en el horno con el sobrenombre de la Buñolera y su pan, refiriéndose a ella por ser de Buñol y hacerlo tan bueno. Si le quedaba al terminar su elaboración un poquito de masa, me hacía una especie de torta con azucar y aceite de oliva que a mi me sabía a gloria.

Gracias doblemente por el poema y hacerme recordar tan bellos momentos.

Un abrazo.

Yosefín

Y bien Yosefin (preciosa rosa) con un pajarito he comentado... posees y gran corazón. de mi parte, dije que de tener tienpo, respondería, a esa especie de inspiración que florece si se recuerda a las abuelas.
Tal vez un poco largo y no poco agobiado hoy por algunas prisas.! Tengo tantas memorias de mi sabia, y buenaza abuela!
Un abrazo.

Buenas noches, Libertad: Gracias por poner ese verso, según tú muy largo, y que a mi me ha parecido corto para todo lo que entre líneas quisieras decir de tu abuela. Es precioso por la carga emocional que lleva. Yo no sabría expresar, aunque me esforzara al máximo, todas esas cosas compartidas u otras parecidas con la mía, pues a pesar del tiempo transcurrido, la llevo en el corazón.

Me has respondido con creces, Libertad, pero yo no me refería al recuesdo de nuestras abuelas, sino a las actuales por celebrarse su día.

Mi poesía no se puede comparar a la tuya en esa métrica tan cuidada que practicas pero, ¡qué quieres!, yo no estoy preparada para ello, no sé hacerlo mejor, pero también recordando a la mía, y en su memoria, boy a escribir la siguiente poesía.

Un abrazo.

TUS MANOS

¿Qué tenían tus manos abuela
que estaba enamorada de ellas?,
eran para mi especiale,
candorosas magistrales.

Tus manos, abuela...
tejían como nadie la pleita
con admirable destreza
dejándome boquiabierta.

Capazos, sarrias, esteras
eran tú pan de cada día
para dar de comer
a los tres hijos que tenías.

Tus manos, abuela...
llenaban el serón de carbón
que con un burrico vendías
recorriendo las calles de Buñol.

Abuela María, María la Sarriera,
que grande era tu valía,
nunca te vi cansada ni vencida,
todo en ti era armonía.

Alegría y optimismo
tu persona trasmitía,
ejemplo de superación
y de un noble corazón.

En el portal de tu casa
desarrollabas el oficio
y con abilidad asombrosa
terminabas a veces la tarea
quedando encerrada en ella.

Ruiseñor de los albores
entre el pueblo y la "Torreta",
con tus manos en oro esculpidas
libraste la batalla de la vida
constante, permanente y altruista.

Cuantas veces me he preguntado
¿cómo tus manos, abuela
de trazo fino y delicado
realizaban tan dura tarea?

Ágiles y poderosas
gaviotas blancas volando
en el bello marco dorado
del Buñol de aquellos años.
Así, abuela querida
eran para mi tus manos.

Yosefín

, te la contaré
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Como siempre, preciosas rosas: también he sido siembre un fiel enamorado de las rosas.
Hoy es un día del adios. E 15 o mas jornadas os recordaré de mas al sur, y tal vez me quede tiempo para escribir algo. puede que hasta se presente la ocasión de que aunque este sofisticado aparato no nos acompaña, si procuraré me quede tiempo par algún saludo. En la calle donde me alojo, hay un lugar plagado de estas máquinnas. Un abrazo y hasta la vuelta.