DE HERMANO MAYOR, PASÓ A PADRE...

DE HERMANO MAYOR, PASÓ A PADRE

Historias que no se nombran, ni se cuentan, y tan solo se intuyen. Mucho tiempo viviendo en tinieblas. Estruendos que de vez en cuando acusabas en tu entorno. Yo sé que no soy quien para juzgar a nadie, y que nunca podría saber qué papel hubiera tenido que adoptar en la vida de haber sido él, cuando de repente cayó sobre él toda la responsabilidad a sus pocos años.
Tanto se dice de los fallos que se acaba por aceptar. Evitar era la consigna. No meterse en líos, ser una persona cabal, aunque se fuera un niño de pocos años. Ir siempre por la derecha, no salirse del carril, evitar la izquierda para no meterte en líos. Y no hablar nunca de política que ya se sabía las consecuencias.
En el fondo sé que nos quería pero no lo demostraba, y cuando lo hacía, no me lo creía.
La ignorancia se erige como el mayor de los verdugos, y en los demás, mas que en uno propio. Eso también lo supe. En un grado inferior de consanguinidad se puede ejercer mas autoridad como lo he visto en varias ocasiones.
Por si acaso, sigilo, silencio, y en caso de ver algo raro, salir corriendo. Porque muchas veces había muchas cosas raras que empezaban por nada y cuando te querías dar cuenta se llegaba a las manos, la mayoría de las ocasiones. Pero quizás la primera vez te pillase desprevenida, pero no la siguiente.
Si vi castigos familiares pero nunca los padecí por mi perspicacia que me guiaba.
Estaban convencidos que tenía que ser así y no de otra manera. Se lo imbuyeron hasta que acabaron creyéndolo por fuera. Creo que por dentro no, porque era algo postizo y no natural.
Así, a lo largo de su vida comprobé cuántas contradicciones entre lo que estaba bien y lo que estaba mal. Cada uno, al final actúa de la forma que elige, y no da cuentas a nadie pero los demás lo ven.

A mi sus modales nunca me engañaron y supe que debía mantenerme al márgen en la mayoría de las ocasiones. Jamás mantuve una verdadera conversación y si recibía elogios o frases cariñosas pero me podía mas el acordarme de las situaciones comprometidas en que te inspiraba salir huyendo hacia no se sabía bien donde. A tu casa llena de cajas y trastos, donde tenías tu propio refugio. Al fin era tu casa y tu solo estabas alojada en otra, no por ti sino porque además cumplías una función.
No era caridad pues si comías te lo habías ganado antes limpiando, despachando, recogiendo o haciendo un montón de recados; que por otra parte era lo lógico, lo mismo que hubieras hecho en tu propia casa y lo mismo que hacían los demás. Eras una mas, te lo decían pero si algo malo intuías te ibas a buscar el amparo de tu propio domicilio.

Meditación personal.

¡Pero tú no lo conoces, no es mi padre porque si lo fuera no habría ningún problema pero si le digo qué he hecho no lo comprenderá.
¿Cómo explicarle que mi comportamiento es bueno en general aunque hoy, Josefina, te haya sacado la lengua, porque es que tú me tienes manía?.
Aquí todo el mundo hace lo que quiere y yo no puedo hacer lo que hacen las demás.
Se pintan, se peinan, no paran de decir tonterías, no trabajan, no escuchan, no hacen las tareas, la mayoría de las veces. Y a ellas si las comprendes. Y no a mi que nadie me ayuda, que hago mis tareas cuando puedo y me dejan un rato libre, pero siempre las hago, me exiges mas que a las demás.
¿Cuándo he dejado de hacer un trabajo que mandaste? pero lo que pasa en mi vida no te lo puedo ni contar porque ni yo misma lo entiendo.
Yo no tendría que estar aquí, y sin embargo es por mi bien, dicen, para que aprenda. Pero no es en mi casa donde vivo. Mi casa está llena de cajas vacías y llenas de mercancías. Hay de todo. Desde pasta de dientes hasta latas de sardinas.
Si fuera su hija podría ir y decirle que firmase esta nota pero no soy su hija. Vivo de prestado y sin necesidad, que es lo peor.
¡Cuánto mejor estaría en mi pueblo, en el curso que me correspondía hacer este año, y no en este descalabro de clase que no hay por donde cogerla, donde hay algunas que nunca fueron al colegio!
Yo siempre tuve libros, y este año no. Y en séptimo, para colmo, cuando se me ha privado de hacer sexto. No es normal que a una le rompan tanto los esquemas, y al final hagas lo que ves hacer a la mayoría. A las demás no las pasa nada, y a mí me es totalmente imposible cumplir tu castigo.

¿Cómo iba a entender mi tío, lo que es esta clase, que no soy la que da mas guerra, y si, que un día X, me dio la vasca, y me puse a peinarme al igual que todas las demás. ¿A las otras no las viste y a mi si?.
¡Para una vez que lo hago, me cazas! Te contesto, me amenazas, y ya harta de lo injusta que has sido conmigo te hago momos.
Y una nota para tus padres por tu mal comportamiento.
Pero ellos no se creerán lo que pasa aquí porque yo no se lo cuento, porque no son mis padres, y no lo entenderían aunque estuviera un año explicándoselo.
Así, si te crees que le voy a dar la nota a mi tío vas lista porque te voy a engañar y la voy a firmar yo misma.
Y no voy a ser la única que ya lo han hecho otras antes.

Y la firmé y me volvió a cazar. Y ya no tuve mas remedio que decirle qué consecuencias tendría esa nota en mi, que no vivía en mi casa, que mi tío no era mi padre y que nunca entendería una falta leve en su sobrina, aunque si en su hija, a la que si había enseñado ir con la verdad por delante pero no era cierto pues a mi siempre me decía que no dijese qué hacía ni con quien iba. A mi si me tenía bien aleccionada mi prima. Y él también pues sabía cómo reaccionaba a la mínima de cambio.