Intervención detecta anomalías en un millón de euros...

Intervención detecta anomalías en un millón de euros pagado por el edil Zapata.

El departamento fiscalizador envía al Tribunal de Cuentas la convalidación del gasto para el mantenimiento en colegios y centros educativos de Fuencarral-El Pardo.

Tatiana G. Rivas.

Madrid.

Actualizado:

02/10/2018 01:51h.

La convalidación del gasto es una figura que contempla la ley para que las administraciones hagan frente a determinadas situaciones con un extra imprevisto al margen del presupuesto. Siempre afecta a un momento puntual y no necesita fiscalización previa, aunque sí comprobación posterior. Parte de la gestión Guillermo Zapata como concejal de Fuencarral-El Pardo está en entredicho por el exceso en el uso de esta fórmula, bajo el que se oculta la figura de una contratación a dedo sin haberse sometido un servicio a una licitación pública. Intervención ha puesto la lupa en el mantenimiento de varios centros escolares y colegios del distrito de Fuencarral-El Pardo durante cinco meses.

La interventora general del Ayuntamiento de Madrid, María José Monzón, detectó «anomalías» el pasado 14 de junio, según consta en un informe oficial al que ha tenido acceso este diario, sobre un cuantiosa convalidación del gasto realizada de diciembre de 2017 a abril de 2018. Todo va destinado a una sola empresa, Licuas S. A..

El importe total asciende a poco más de un millón de euros y, tras incumplir los procedimientos de gestión económicos financieros y de contratación, según explica la interventora, esta convalidación se enviará al Tribunal de Cuentas para que investigue si se ha procedido de forma irregular en la autorización de dicho abono. Según argumenta Monzón, se ha producido «una prestación de hecho no vinculada a ningún contrato en vigor, en la que se ha prescindido del procedimiento contractual y presupuestario».

En los últimos dos años, en Fuencarral-El Pardo se han efectuado convalidaciones que superan los 6,1 millones de euros. En 2016 la cuantía ascendió a 38.512 euros en dos convenios; en 2017 se llegó a 3,7 millones en siete contrataciones y en 2018 lleva un montante de 2,5 millones en cuatro acuerdos. Estos extras suponen el 15,4% del presupuesto del año pasado en el distrito y el 11,4% del de este año.

Sin control
Llama la atención sobre estas partidas que todas deberían someterse a oferta pública, pero se ha esquivado el control. Intervención se ha fijado en cinco meses abonados a Licuas, pero esta empresa ha percibido casi tres millones de euros en 17 meses de los dos últimos años. No es el único caso. Zapata lleva asignados 2,8 millones de euros al Grupo Ortiz en 18 meses para la gestión integral de los servicios complementarios de los edificios; 122.294 euros a Future Factory para el servicio de cafeterías en comedores de los centros de mayores durante cuatro meses de 2018, y 257.883 euros a Ferrovial durante 15 meses, entre otros.

Para el grupo municipal popular este hecho es una muestra de «la nefasta gestión y el sectarismo que sufren todos los madrileños». «Zapata tiene el récord negativo de ser el que menos ejecuta los presupuestos, privando de mejoras e inversiones a las 240.000 personas que viven en el distrito», expresa Paloma García Romero, la concejal del PP en Fuencarral. A su juicio, utiliza una «figura totalmente excepcional y reservada a hechos puntuales, en ningún caso para el mantenimiento de colegios y centros educativos». El PP considera «muy grave» el procedimiento del edil que fue destituido como delegado de Cultura nada más llegar a Cibeles por sus chistes en Twitter.