Pobrecitos cristianos peperos.
Hay que estar ciegos o ser mentirosos para decir que
Cataluña y los
catalanes, hoy, que las calles no arden, que las personas pueden pasear, dormir, socializan, comprar las monas de pascua, vivir normalmente... están lo mismo que cuando las calles ardían, antes de los acuerdos
políticos, no con las imposiciones por la fuerza, ni específicamente jurídicas, puestas en marcha por este
gobierno este gobierno cambiando las formas. No, no están igual, están mejor, están
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