Falleció en Destriana, a unos 15 kilómetros sur de Astorga, el 26 de junio de 985​ y recibió sepultura en el monasterio de San Miguel en la misma localidad. ​ Dos siglos más tarde, el rey Fernando II de León ordenó trasladar el cadáver de Ramiro III desde la iglesia de San Miguel de Destriana hasta la catedral de Astorga. En el siglo XVI se había perdido el rastro de su tumba, a pesar de que sospechaban que bien pudiera ser una de las dos que había en la capilla mayor y que se creía que contenían ... (ver texto completo)
La desafección de los nobles gallegos y portugueses hacia el rey de León, ya manifestada en tiempos de Sancho I, padre de Ramiro III, no menguó con la mayoría de edad de éste. Un carácter difícil y las continuas derrotas sufridas de manos de los musulmanes no hicieron más que aumentar el desafecto. Finalmente, estos nobles, liderados por el conde Gonzalo Menéndez se rebelaron contra Ramiro III y proclamaron nuevo rey a Bermudo Ordóñez en el año 981
Bermudo era hijo de Ordoño III de León y, por tanto, primo de Ramiro III. Entre la primavera y el verano de 982, los partidarios de Bermudo ya se habían hecho con el control de Galicia y el 15 de octubre (o el 13 de noviembre) 5​> era coronado en Santiago de Compostela. El reino de León quedó dividido en dos: el territorio leonés propiamente dicho y Castilla se mantuvieron fieles a Ramiro III, mientras que Galicia y Portugal se pusieron del lado de Bermudo.
La guerra entre ambos pretendientes no ... (ver texto completo)
Después del asesinato de su padre Sancho I de León por parte de cierta nobleza gallega —entre el 15 de noviembre de 966, la data de su último diploma, y el primero expedido por Ramiro III en Sahagún el 19 de diciembre del mismo año— la regencia del reino quedó en manos de dos mujeres; su tía la infanta y monja Elvira Ramírez que hizo las veces de reina durante la minoría de edad del monarca, 2​ y su madre la reina Teresa Ansúrez, que después de enviudar profesó en el monasterio de San Pelayo de Oviedo ... (ver texto completo)
La desafección de los nobles gallegos y portugueses hacia el rey de León, ya manifestada en tiempos de Sancho I, padre de Ramiro III, no menguó con la mayoría de edad de éste. Un carácter difícil y las continuas derrotas sufridas de manos de los musulmanes no hicieron más que aumentar el desafecto. Finalmente, estos nobles, liderados por el conde Gonzalo Menéndez se rebelaron contra Ramiro III y proclamaron nuevo rey a Bermudo Ordóñez en el año 981
Después del asesinato de su padre Sancho I de León por parte de cierta nobleza gallega —entre el 15 de noviembre de 966, la data de su último diploma, y el primero expedido por Ramiro III en Sahagún el 19 de diciembre del mismo año— la regencia del reino quedó en manos de dos mujeres; su tía la infanta y monja Elvira Ramírez que hizo las veces de reina durante la minoría de edad del monarca, 2​ y su madre la reina Teresa Ansúrez, que después de enviudar profesó en el monasterio de San Pelayo de Oviedo ... (ver texto completo)
Yolanda. Muy buen relato. No lo sabía.

Sigue con los reyes, cuando regrese de Canarias te ayudaré.

Un saludo.
Buen viaje Ángel, que disfrutes de la excursión
Abrazo y hasta la vuelta
Yolanda. Muy buen relato. No lo sabía.

Sigue con los reyes, cuando regrese de Canarias te ayudaré.

Un saludo.
Me ha quedado un poco largo pero es que la vida de este rey es muy curiosa. 240 kg son muchos kg para pasar desapercibido
Feliz tarde para todos
Sisando II —obispo de Iria Flavia residente en Santiago de Compostela— y el conde Gonzalo Fernández (quien había ayudado a Fernán González a echar a Sancho del trono) se rebelaron contra Sancho. Pero éste, dotado de un vigor que nunca antes había tenido, derrotó y encarceló al obispo Sisando; al que sustituyó por el obispo Rosendo de Mondoñedo. A continuación el rey Sancho se dirigió contra el otro rebelde, el conde Gonzalo Fernández. Decidieron encontrarse para limar diferencias, y durante la charla ... (ver texto completo)
Ante la sospecha de haber sido envenenado, y con el fin de curarse en su palacio, el rey Sancho se puso en camino hacia León. Pero no llegó a su destino; pues tres días después —a finales de noviembre de 966— falleció en el monasterio de Castrelo de Miño (Orense). Se puede decir que la comida marcó la vida de Sancho I de Leon “el gordo”.
Sisando II —obispo de Iria Flavia residente en Santiago de Compostela— y el conde Gonzalo Fernández (quien había ayudado a Fernán González a echar a Sancho del trono) se rebelaron contra Sancho. Pero éste, dotado de un vigor que nunca antes había tenido, derrotó y encarceló al obispo Sisando; al que sustituyó por el obispo Rosendo de Mondoñedo. A continuación el rey Sancho se dirigió contra el otro rebelde, el conde Gonzalo Fernández. Decidieron encontrarse para limar diferencias, y durante la charla el conde Gonzalo le dio al rey Sancho una manzana como gesto de reconciliación; éste se la comió y horas después enfermó. ... (ver texto completo)
A Sancho lo encerraron en una habitación, lo amarraron a una cama y le cosieron la boca, dejando una pequeña abertura para que ingiriera líquidos por una pajita. Durante cuarenta días lo alimentaron exclusivamente a base de líquidos —siete infusiones diarias en las que combinaban agua salada, agua de azahar, agua hervida con verduras, de frutas…—. El tratamiento le causó al sufrido Sancho frecuentes vómitos y diarreas que aceleraron su adelgazamiento. También le aplicaban baños para relajarle y hacerle ... (ver texto completo)
Sancho permaneció en Córdoba haciendo amigos, adoptando costumbres musulmanas y aprendiendo la lengua árabe. Una vez hubo recuperado la salud y la movilidad, en el año 959 Sancho invadió su antiguo reino al frente de un ejército musulmán. Las ciudades se le fueron rindiendo hasta llegar a la capital, donde se volvió a coronar.
Al año siguiente, un Sancho I completamente recuperado se casó, concibiendo dos hijos que aseguraban la sucesión del reino y ofrecían una estabilidad muy necesaria.
A Sancho lo encerraron en una habitación, lo amarraron a una cama y le cosieron la boca, dejando una pequeña abertura para que ingiriera líquidos por una pajita. Durante cuarenta días lo alimentaron exclusivamente a base de líquidos —siete infusiones diarias en las que combinaban agua salada, agua de azahar, agua hervida con verduras, de frutas…—. El tratamiento le causó al sufrido Sancho frecuentes vómitos y diarreas que aceleraron su adelgazamiento. También le aplicaban baños para relajarle y hacerle sudar, así como frecuentes masajes para mitigar la flacidez de una piel que —a medida que Sancho perdía peso— iba recubriendo menores extensiones de grasa. ... (ver texto completo)
En el año 957 fue depuesto como rey Sancho I por las tropas de Fernán González, nombrando a su reciente yerno rey Ordoño IV. El depuesto Sancho se trasladó a Pamplona para que lo protegiera su abuela Toda, que era la reina regente. Sancho reclamó a su abuela y a su tío ayuda para recuperar el trono
La reina Toda pidió ayuda al califa de Córdoba Abderramán III (el 1º califa omeya), que le envió a su médico personal, el judío Hasday Ibn Shaprut; éste, asombrado por la gordura del paciente 240 kg, le aconsejó viajar a Córdoba para tratarse allí. Toda la familia decidió ir junta en ese largo viaje: Toda, su hijo -el rey de Pamplona- y Sancho se trasladaron a Córdoba donde Abderramán III les ofreció una fastuosa recepción en su nuevo palacio de Medina Azahara. Los navarros acordaron una alianza ... (ver texto completo)
Una de las primeras cosas que hizo “el gordo” fue deshacer su relación de dependencia con su tío Fernán González y tratar de afirmar su autoridad como rey. Pero el conde de Castilla alegó que Sancho I no era un verdadero rey, pues ni siquiera era capaz de valerse por sí mismo, pues necesitaba ayuda para incorporarse de la cama y poder andar. Tampoco podía asegurar su descendencia, pues su gordura le impedía demostrar públicamente que había consumado el matrimonio.
En el año 957 fue depuesto como rey Sancho I por las tropas de Fernán González, nombrando a su reciente yerno rey Ordoño IV. El depuesto Sancho se trasladó a Pamplona para que lo protegiera su abuela Toda, que era la reina regente. Sancho reclamó a su abuela y a su tío ayuda para recuperar el trono
Sancho era un chico gordo y de escasa voluntad. Desde niño había vivido la mayor parte del tiempo en la ciudad de Burgos con su tía Sancha de Pamplona
La educación del joven era supervisada desde la distancia por su abuela Toda —la reina viuda y regente de Navarra—
Sancho había desarrollado una obesidad mórbida. Comía constantemente y su gordura le había transformado en un auténtico inválido, pues no podía montar a caballo ni empuñar armas. En agosto del 955, tras fallecer el rey Ordoño por causas ... (ver texto completo)
Una de las primeras cosas que hizo “el gordo” fue deshacer su relación de dependencia con su tío Fernán González y tratar de afirmar su autoridad como rey. Pero el conde de Castilla alegó que Sancho I no era un verdadero rey, pues ni siquiera era capaz de valerse por sí mismo, pues necesitaba ayuda para incorporarse de la cama y poder andar. Tampoco podía asegurar su descendencia, pues su gordura le impedía demostrar públicamente que había consumado el matrimonio.
Sancho era un chico gordo y de escasa voluntad. Desde niño había vivido la mayor parte del tiempo en la ciudad de Burgos con su tía Sancha de Pamplona
La educación del joven era supervisada desde la distancia por su abuela Toda —la reina viuda y regente de Navarra
Sancho había desarrollado una obesidad mórbida. Comía constantemente y su gordura le había transformado en un auténtico inválido, pues no podía montar a caballo ni empuñar armas. En agosto del 955, tras fallecer el rey Ordoño por causas ... (ver texto completo)