Ante la situacion dramatica dode nos encontramos en referencia a la sociedad española, hace unos meses escribi este ensayo, cuya reseña publico.
He aqui esta: RESEÑA DEL LIBRO: LA NUEVA ESPAÑA DEL SIGLO XXI.
1ª PARTE
Un nuevo título añado a mi elenco de obras de mi autoría al que tituló: “La nueva España del siglo XXI”. Ya no sé cuál será el futuro de esa España, quizás decadente por el itinerario desdichado actual a dónde nos dirigimos con un proceso de desintegración de ciertas regiones españolas (Cataluña, Vasconía) que no se identifican con su patria España, que en el siglo VI el rey visigodo Suintila después de expulsar de nuestro suelo patrio a los alanos, vándalos, suevos y bizantinos, se declaró “Rex de totius Spaniae”.
No obstante, también quizás Dios nos conceda la esperanza de un acercamiento a nuestro pueblo hermano Portugal al fin de fundar la nación ibérica como primer objetivo inmediato y después construir como objetivo mediato la Comunidad Ibérica de Pueblos.
Existen muchos condicionantes que no los van a impedir siendo el más importante nuestra pertenencia a la mal llamada Unión Europea, un ente abstracto basado en el interés económico de sus miembros con la hipocresía fundacional que tenemos una historia común y una fraternidad entre Estados, burda palabrería porque no han pasado ni un siglo cuando en esta vieja Europa fue protagonista de dos Guerras mundiales y si nos remontamos a épocas anteriores los antiguos imperios inglés, al francés, al español y al austriaco estaban en pugna por sus ambiciones territoriales recordando la Guerra de los Treinta Años que asoló todo el continente y la totalidad de conflictos bélicos que se sucedieron en épocas todavía más remotas.
Yo pienso que he llegado el momento que cada Estado individualmente construya su futuro independientemente que tengamos lazos por nuestra ubicación geográfica siendo conveniente que exista un Mercado Común Europeo pero como el conjunto de países, somos diferentes, cada uno debe crear su propia historia.
En la actualidad España ha pasado por momentos dramáticos en algunas etapas históricas como el movimiento desintegrador que se produjo en el siglo XVII donde ciertas regiones como Cataluña Andalucía, Aragón y Portugal se declararon en rebeldía y una de las conspiraciones que nos traería la separación definitiva del reino de Portugal de las Españas.
La España de los Austrias, es un Estado descentralizado, formado por un conjunto de reinos independientes (Castilla, Aragón, Navarra, Portugal, el Reino de las dos Sicilias y el territorio de América), todos unidos por la Corona, como vástago común, en referencia la figura del Rey de España, existiendo un régimen de autonomías de los distintos territorios.
El movimiento desintegrador se inicia en Cataluña y es Barcelona gobernada por la alta burguesía y un campesinado muy próspero, quienes ambos grupos sociales, unirían sus fuerzas, siendo este hecho lo que ocurrió en el año 1640 como el llamado “Corpus de Sangre”.
Las tropas catalanas rebeldes derrotaron las tropas reales de Felipe IV y Cataluña parecía irremisiblemente perdida para siempre, pero unida a Francia, el comportamiento y las depredaciones de que fue objeto Cataluña por Francia, hicieron cambiar la situación y se unió definitivamente a España. La secesión en Portugal fue un hecho y un contagio de la secesión de Cataluña. Se inicia la sublevación en Lisboa, en fecha 1 de diciembre de 1640, aclamando al duque de Braganza, de la antigua familia real portuguesa, con el nombre de Juan IV.
El éxito de los movimientos separatistas de Cataluña y Portugal animó a otros separatismos de la corona hispánica.
En Andalucía se levantó un futuro rey, el duque de Medina Sidonia, hermano de la reina de Portugal y con la complicidad del marqués de Ayamonte se quisieron constituirse como reino independiente con la ayuda portuguesa. Olivares inmediatamente actuó y ordenó ejecutar al marqués de Ayamonte y desterró al duque de Medina Sidonia.
En Aragón hubo otra conspiración para nombrar rey al duque de Hijar pero inmediatamente fracasó. En Sicilia y en Nápoles, la nobleza se puso a favor de la Corona española y el motín secesionista se transformó posteriormente en una guerra social.
En Sicilia y Nápoles, se produce un movimiento secesionista iniciado por un caudillo popular Masaniello, que se alza contra soberanía española y hace huir al Virrey duque de Arcos y establece un gobierno con los desvaríos de grandeza de tiempo de atrás en la Roma de Nicolás de Rienzo, pero la nobleza se puso a favor de la Corona española.
Este es asesinado y el pueblo sin caudillo, se apacigua y en 1648 es nombrado un nuevo Virrey, el duque de Oñate que logra la pacificación.
El pueblo español llega al año 2000 y al entrar en el nuevo siglo tiene pendientes unos problemas añejos de resolver de décadas pasadas y que pese a la voluntad de parte de nuestra clase política de aportar soluciones, otras atizan las hogueras del pasado con sus resentimientos y el recuerdo en contracorriente con el noble pensamiento del pueblo llano que aspira al derecho a vivir en paz y en libertad.
Julio Reyes Rubio
He aqui esta: RESEÑA DEL LIBRO: LA NUEVA ESPAÑA DEL SIGLO XXI.
1ª PARTE
Un nuevo título añado a mi elenco de obras de mi autoría al que tituló: “La nueva España del siglo XXI”. Ya no sé cuál será el futuro de esa España, quizás decadente por el itinerario desdichado actual a dónde nos dirigimos con un proceso de desintegración de ciertas regiones españolas (Cataluña, Vasconía) que no se identifican con su patria España, que en el siglo VI el rey visigodo Suintila después de expulsar de nuestro suelo patrio a los alanos, vándalos, suevos y bizantinos, se declaró “Rex de totius Spaniae”.
No obstante, también quizás Dios nos conceda la esperanza de un acercamiento a nuestro pueblo hermano Portugal al fin de fundar la nación ibérica como primer objetivo inmediato y después construir como objetivo mediato la Comunidad Ibérica de Pueblos.
Existen muchos condicionantes que no los van a impedir siendo el más importante nuestra pertenencia a la mal llamada Unión Europea, un ente abstracto basado en el interés económico de sus miembros con la hipocresía fundacional que tenemos una historia común y una fraternidad entre Estados, burda palabrería porque no han pasado ni un siglo cuando en esta vieja Europa fue protagonista de dos Guerras mundiales y si nos remontamos a épocas anteriores los antiguos imperios inglés, al francés, al español y al austriaco estaban en pugna por sus ambiciones territoriales recordando la Guerra de los Treinta Años que asoló todo el continente y la totalidad de conflictos bélicos que se sucedieron en épocas todavía más remotas.
Yo pienso que he llegado el momento que cada Estado individualmente construya su futuro independientemente que tengamos lazos por nuestra ubicación geográfica siendo conveniente que exista un Mercado Común Europeo pero como el conjunto de países, somos diferentes, cada uno debe crear su propia historia.
En la actualidad España ha pasado por momentos dramáticos en algunas etapas históricas como el movimiento desintegrador que se produjo en el siglo XVII donde ciertas regiones como Cataluña Andalucía, Aragón y Portugal se declararon en rebeldía y una de las conspiraciones que nos traería la separación definitiva del reino de Portugal de las Españas.
La España de los Austrias, es un Estado descentralizado, formado por un conjunto de reinos independientes (Castilla, Aragón, Navarra, Portugal, el Reino de las dos Sicilias y el territorio de América), todos unidos por la Corona, como vástago común, en referencia la figura del Rey de España, existiendo un régimen de autonomías de los distintos territorios.
El movimiento desintegrador se inicia en Cataluña y es Barcelona gobernada por la alta burguesía y un campesinado muy próspero, quienes ambos grupos sociales, unirían sus fuerzas, siendo este hecho lo que ocurrió en el año 1640 como el llamado “Corpus de Sangre”.
Las tropas catalanas rebeldes derrotaron las tropas reales de Felipe IV y Cataluña parecía irremisiblemente perdida para siempre, pero unida a Francia, el comportamiento y las depredaciones de que fue objeto Cataluña por Francia, hicieron cambiar la situación y se unió definitivamente a España. La secesión en Portugal fue un hecho y un contagio de la secesión de Cataluña. Se inicia la sublevación en Lisboa, en fecha 1 de diciembre de 1640, aclamando al duque de Braganza, de la antigua familia real portuguesa, con el nombre de Juan IV.
El éxito de los movimientos separatistas de Cataluña y Portugal animó a otros separatismos de la corona hispánica.
En Andalucía se levantó un futuro rey, el duque de Medina Sidonia, hermano de la reina de Portugal y con la complicidad del marqués de Ayamonte se quisieron constituirse como reino independiente con la ayuda portuguesa. Olivares inmediatamente actuó y ordenó ejecutar al marqués de Ayamonte y desterró al duque de Medina Sidonia.
En Aragón hubo otra conspiración para nombrar rey al duque de Hijar pero inmediatamente fracasó. En Sicilia y en Nápoles, la nobleza se puso a favor de la Corona española y el motín secesionista se transformó posteriormente en una guerra social.
En Sicilia y Nápoles, se produce un movimiento secesionista iniciado por un caudillo popular Masaniello, que se alza contra soberanía española y hace huir al Virrey duque de Arcos y establece un gobierno con los desvaríos de grandeza de tiempo de atrás en la Roma de Nicolás de Rienzo, pero la nobleza se puso a favor de la Corona española.
Este es asesinado y el pueblo sin caudillo, se apacigua y en 1648 es nombrado un nuevo Virrey, el duque de Oñate que logra la pacificación.
El pueblo español llega al año 2000 y al entrar en el nuevo siglo tiene pendientes unos problemas añejos de resolver de décadas pasadas y que pese a la voluntad de parte de nuestra clase política de aportar soluciones, otras atizan las hogueras del pasado con sus resentimientos y el recuerdo en contracorriente con el noble pensamiento del pueblo llano que aspira al derecho a vivir en paz y en libertad.
Julio Reyes Rubio