La que verdaderamente ya solía tener unos reyes fascinantes...

A mí los Reyes Magos no me traían nada. ¡Para qué disfrazarlo con bobadas!, ¡no me traían nada cuando era un niño!, pero, aparte de la comprensible decepción del que veía a los demás mientras jugaban con sus bicicletas, peluches, balones..., yo no podía echar nada de menos, porque mi madre, que era la que lo manejaba todo en la casa, ya me lo había explicado, y cuando salía a la calle, yo ya lo sabía: "no había reyes, porque los Reyes no los solían treaer, sino porque los padres los compraban, y ellos no tenían dinero... ni siquiera para comer"

La que verdaderamente ya solía tener unos reyes fascinantes era mi hermana pequeña que nació en 1965.
La máquina de cine Exin, la muñeca de moda, el estuche de tres compartimentos con cremallera y algo de dinero para ropa; pero claro, una de mis hermanas ya tenía trabajo fijo en Telefónica, otra hacía oposiciones a correos y trabajaba de paso en un almacén de alimentación, yo todavía estudiaba, pero hacía mis pinitos dando clases de matemáticas a domicilio.

Los Reyes de los hermanos mayores generalmente eran para compartir.

La pelota de goma de colorines, la cuerda para la comba, algún cuento de la colección Calleja.... las muñecas nos las hacía mi abuela de trapo. También unas naranjas de las grandes.

A la única de la familia a la que trajeron carbón en 1959, fue a mí, por metepatas, pero por aquella época ya no creía en los Reyes;
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Más bien fueron unos Reyes aleccionadores para que aprendieran los que venían detrás. Es lo malo
de ser la mayor.