Un buen economista no debe preocuparse solamente de la producción y de la distribución de las riquezas; también, debe ser capaz de prever. Sí, la
economía es la ciencia de la previsión. Y prever, no es contentarse con soluciones que son tal vez buenas de momento, porque ¿qué sucederá más tarde? El día en el que un país se da cuenta de que se ha comprometido en un camino que se vuelve peligroso, le es muy difícil retroceder. ¡Se ven tantos ejemplos!
Diremos: « ¿Pero qué debemos hacer? La mayoría
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