2 parte: De señorita de derechas a mecenas del rojerío, "Canales-La Magdalena" Un solo pueblo

2 parte: De señorita de derechas a mecenas del rojerío

Un novio ruso
Su estancia en París sí que debió suponer un profundo cambio en la vida de María Sánchez Miñambres. De aquel León de los años 10 y 20 del pasado siglo salta a la capital francesa, donde se codea con gente como Claudio Sánchez Albornoz y, sobre todo, un conocido personaje de la sociedad parisina de la época: Ilja Ehrenburg, al que el estudioso leonés Javier Tomé, seguramente quien primero ofreció la verdadera dimensión de esta leonesa, define como “un escritor ruso de culto, cuyas obras satirizaban despiadadamente un mundo que se deslizaba con total despreocupación hacia el cataclismo de la II Guerra Mundial”.
Aquello fue más que una amistad y Ehrenburg le pidió matrimonio a la leonesa. María regresó a casa para ‘pedir permiso’ y su madre, la discreta ‘doña Agustina’, puso el grito en el cielo y parece que su hija lo aceptó con cierta docilidad.

Primera concejala
Fue María Sánchez Miñambres una mujer desconcertante en muchos momentos, como en este citado asunto del novio ruso y la ruptura impuesta. A su regreso inicia la etapa más controvertida y sorprendente, en la que pasa de ser ‘afín’a la Unión Patriótica del dictador Primo de Rivera, lo que propicia su nombramiento como concejala en 1926, a ser perseguida de forma terrible en la guerra y la posguerra.
Para el citado Javier Tomé la explicación es tan sencilla como entender el ambiente que se vivía en la ciudad en aquellos tiempos. Es evidente que María Sánchez Miñambres era un personaje de aquel León de los años 20, por su familia, por su estancia en París estudiando en La Sorbona, por su elegancia, llegando a ser la encargada de entregarle un ramo de flores a la Reina Victoria Eugenia en una visita a León. Escribía Tomé que “en contraposición al oropel de los fastos públicos, una corriente de malsana envidia se fue generando hacia aquella mujer de vanguardia que destacaba en una forma que muchos consideraban intolerable. A pesar de estar afiliada a la derechista Unión Patriótica de Primo de Rivera e incluso de coquetear con la naciente Falange Española, como prueba un excepcional documento gráfico que muestra al líder nacional José Antonio acompañado por María y los primeros miembros del partido que se afiliaron en León, los meapilas de sacristía y aquellos fascistas que se bautizaron en sangre poco tiempo después, nunca pudieron perdonar los modelitos parisinos que lucía en el paseo de Ordoño, ni la libertad espiritual de una mujer básicamente audaz y atrevida”.

A la cárcel
Esta misma idea de Tomé la compartía el abogado asturiano Guillermo Miaja, amigo de la familia de una de sus hermanas (losAza), quien explicaba en una conferencia en Pola de Lena sobre Vital Aza que “en una guerra todo se hace muy complicado de entender, lo mejor y lo peor de cada ser humano puede aparecer. Conozco de primera mano el testimonio de una mujer leonesa irrepetible, María, cuñada de Luis Aza, a la que la sociedad leonesa machacó de manera indecente después de ser uno de sus personajes más relevantes, una adelantada a su tiempo, tanto que quiso realizar estudios de perito agrónomo y no pudo por no estar contemplado para las mujeres”.
Y nuestra Marucha fue acusada de ‘afecta a la República’ y visitó primero la tristemente famosa prisión de San Marcos, fue buscada para ser paseada y posteriormente acabó en la prisión donostiarra de mujeres de Saturrarán

foto de Maria Sanchez (el progresismo ilustrado en León)