León lucha por la minería: Lo escrito en los documentos

La dudosa literalidad del ministro Soria

El Plan de Cierre enviado a Bruselas al que se aferra el Gobierno para acabar con el carbón establece que las ayudas a empresas para este año se reduzcan un 10%, no el 63% fijado por Industria.

maría j. muñiz | león 18/06/2012

«Los planes del Gobierno son seguir literalmente el Plan de Cierre elaborado por el Ejecutivo anterior, y que fue remitido a Bruselas en agosto del 2011 de acuerdo al contenido de la Decisión UE 787/2010». Fue la tajante respuesta del ministro de Industria, José Manuel Soria, a la también escueta pregunta « ¿Qué planes tiene el ministro para el futuro de las cuencas mineras?» realizada por el diputado socialista leonés José Antonio Alonso en la sesión de control al Gobierno del pasado miércoles.

Un Plan de Cierre al que se aferró el ministro durante toda su intervención posterior, pero cuya «literalidad» está muy lejos de las decisiones que está tomando el Ejecutivo de Rajoy. Soria insistió después en que el plan establece un «calendario meridianamente definido en virtud del cual con fecha 1 de enero del 2019 no iba a quedar abierta ni una sola unidad de producción de minería del carbón que hubiese recibido ayudas», a no ser que las devuelva entonces.

Cierto. Si no fuera porque también deja «meridianamente definido» el Plan de Cierre enviado a Bruselas que las «ayudas previstas tienen una línea descendente marcada en la propia decisión» europea, y que fija año a año el volumen de dinero que percibirán las empresas para su funcionamiento y la reducción que sufren anualmente con respecto al ejercicio del 2011.

En el cuadro que recoge el Plan de Cierre enviado por el Gobierno anterior a Bruselas se especifica que el año pasado las empresas recibieron en ayudas a la producción 383 millones de euros (los 301 que fijaba la Resolución que convocaba las ayudas para el ejercicio más 82 millones adicionales que la Sepi concedió a la empresa pública Hunosa).

Para este 2012 que ya camina en la mitad de sus doce meses el plan establece que las empresas recibirán 344,7 millones de euros, un 10% menos que en el ejercicio anterior. La «senda descendente» recoge que en el 2013 las empresas recibirán únicamente un 85% de las ayudas que percibieron en el 2011, un 75% en el 2014 y 2015; un 60% en el 2016; un 40% en el 2017 y un 25% en el 2018; para cerrar o devolver lo percibido en el 2019. El último año de funcionamiento el volumen de fondos se habría reducido hasta los 96 millones de euros, pero incluso en el 2017 las partidas serían superiores a las fijadas por el Gobierno para el actual ejercicio.

Y que, por cierto, siguen sin convocarse. Y difícilmente podrán hacerlo el año que viene si no se firma un Plan del Carbón que sustituya al actual, que concluye el próximo 31 de diciembre. La legislación española, lo recoge el documento enviado a la UE, no permite fijar nuevas subvenciones «mientras no exista un plan estratégico previo que cubra todo el periodo subvencionable».

En los argumentos enviados a Bruselas se reconoce también que la negociación de estos planes es larga y difícil, porque tienen una fuerte contestación social; y lo es más en un momento en el que el propio reglamento europeo está recurrido ante los tribunales.

Un marco difícil para una negociación que todavía no se ha abordado, y que tendrá que ser aprobado, una vez pactado con empresas y sindicatos, por el Consejo de Ministros para establecer la reducción de las ayudas y las fechas en las que las empresas deberán cerrar.

De momento los plazos se agotan sin que los muchos frentes que tiene pendientes la minería encuentren una vía de avance.

foto (Los mineros reclaman que se cumplan los acuerdos que están firmados y comprometen al Gobierno. ramiro