Y como siempre durante la mañana, ponemos alguna noticia...

Y como siempre durante la mañana, ponemos alguna noticia que nos afecta directa o indirectamente:

DIARIO DE LEÓN:

EL CORRO

La línea roja del carbón

PEDRO VICENTE 12/06/2012

Afirmábamos aquí la semana pasada que el PP de Castilla y León tiene sobrados resortes políticos y sociales para parar el golpe que el gobierno de la nación pretende asestar a la minería del carbón. Como no puede ser de otra forma, el apoyo social al sector en las comarcas y provincias afectadas es abrumador. Y aunque con matices, el apoyo político es unánime. Desde quien defiende la supervivencia del carbón como sector estratégico incluso siendo deficitario, a quien, pese a considerarlo inviable, defiende su permanencia mientras no se disponga del empleo alternativo que garantice el futuro de las comarcas mineras.

La mayoría absoluta con la que el gobierno central se permite decisiones como estrangular la minería no ha surgido por generación espontánea. Sin los 21 diputados del PP elegidos en Castilla y León dicha mayoría no existiría. No estoy sugiriendo con ello que el PP de la comunidad amague con echar un pulso al gobierno Rajoy. Eso es algo inverosímil y menos por parte de un presidente autonómico tan disciplinado como Juan Vicente Herrera. Pero entre la lealtad política y la sumisión partidista hay trecho suficiente para hacer comprender al ministro Soria que su actitud no es de recibo. Y caso de que el ministro no se quite las orejeras, habrá que transmitirle el mensaje directamente al propio Rajoy.

El mensaje es que la Junta de Castilla y León está acatando sin rechistar uno tras otro los durísimos ajustes y recortes presupuestarios aplicados por el gobierno central del PP, muchos de los cuales echan por tierra reivindicaciones históricas blandidas durante años contra Zapatero. Pero que esa cobertura política al gobierno nacional del mismo partido no puede ser a costa de traspasar determinadas líneas rojas.

A mayor abundamiento, en el ámbito de la energía, conocida es la excepcional contribución de Castilla y León al abastecimiento nacional, que, al margen del carbón, incluye, entre otras fuentes, una extraordinaria producción hidroeléctrica y el mantenimiento de una central nuclear de primera generación que en otros países estaría ya clausurada. No lo está, entre otras cosas, gracias a la decidida apuesta del gobierno Herrera a favor de la continuidad de Garoña.

Todas las anteriores son razones más que sobradas para que el PP de Castilla y León haga del mantenimiento del carbón una línea roja que el gobierno de la nación no puede traspasar, al menos mientras no existan empleos alternativos en las comarcas mineras. De lo contrario, en un momento en el que el Estado de las Autonomías están cada vez más cuestionadas, cabría preguntarse qué sentido tiene un gobierno autonómico incapaz de defender la supervivencia de un sector poblacional y territorialmente estratégico.