PODEMOS....

PODEMOS.

Los críticos de Iglesias advierten del «deterioro» del partido tras las últimas propuestas.

Podemos exigirá cuota a los militantes y eliminará el tope salarial a los cargos públicos.

Gregoria Caro.

MADRID Actualizado: 03/03/2020 08:43h.

Pocos se animan a discrepar y quien se atreve ya nada tiene que perder. A ojos de los críticos, hoy ya apartados del núcleo duro, el proyecto que defiende la actual dirección de Podemos se aleja de la naturaleza y origen del partido morado. Pablo Iglesias presentó el domingo su candidatura para la tercera Asamblea Ciudadana Estatal, que se celebra el próximo 21 de marzo, donde, petición de apoyos mediante, recordó con golpes de pecho el inicio, pidiendo «no olvidar de dónde venimos» y subrayando la «vocación» con la que nació Podemos. Pero a pesar de un discurso cargado de consignas marca morada -«Debemos defender y proteger los intereses de sectores sociales subalternos»-, pretenden modificar aspectos fundacionales.

En la propuesta del Código Ético proponen suprimir la limitación salarial en los cargos públicos equivalente a tres Salarios Mínimos Interprofesionales (SMI) porque, explican, después de la subida ha dejado de ser «un marco de referencia válido». Señalan entonces que «las donaciones serán realizadas mediante porcentajes del salario percibido en función de las responsabilidades». Aunque el texto no especifica cómo ni qué porcentaje tendrán que aportar. Además, quieren eliminar la limitación de mandatos para que duren más de doce años si los inscritos lo ratifican y, en el Documento Organizativo, proponen crear la figura del «militante», que supondrá estar al corriente del pago de una cuota para tener así «plenos poderes» de participación.

El exlíder de Podemos en la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar, que abandonó el partido hace un año desencantado con la dirección, estalló ayer en Twitter contra las propuestas. «Suprimir la limitación de salarios y de mandatos es amputar dos elementos centrales de la ética política sobre la que se fundó Podemos», atacó, ya divorciado del partido. «Que los representantes deben vivir como los representados no es un argumento de quita y pon. Son principios. Qué deterioro», abundó. Por su parte, el único rival de Iglesias en la tercera Asamblea, Fernando Barredo, comparte en conversación con ABC la crítica de Espinar. Lamenta que la hoja de ruta de la cúpula de Podemos se va alejando progresivamente de lo que fue la formación en sus inicios y subraya que su candidatura «Nuevo Impulso» defiende un modelo en el que solo se pueda tener un cargo que dure únicamente dos mandatos.

«El poder tiene mucho peligro y, precisamente por ello, es esencial limitar el número de cargos y el tiempo con ellos», advierte Barredo. El Código Ético de «Nuevo Impulso» enmienda al vigente y, por tanto, la nueva propuesta de la dirección morada, para proponer la «limitación para el ejercicio de un solo cargo». Una crítica directa al «acaparamiento», denuncian, de Iglesias (secretario general y vicepresidente del Gobierno); Irene Montero (miembro de la Ejecutiva, ministra y diputada) o Ione Belarra (diputada y secretaria de Estado).

Cuando Iglesias criticaba
En octubre, en la campaña electoral a las elecciones del 10-N, Iglesias criticó a Íñigo Errejón al señalar en una entrevista en «Radiocable» que en Más País «no se limitan los salarios». Sus declaraciones obligaron a Errejón a negarlo y a subrayar que el sueldo en su partido «no es mayor a tres salarios mínimos interprofesionales en 14 pagas».

Ayer Montero y el portavoz de Unidas Podemos (UP) en el Congreso, Pablo Echenique, justificaron la eliminación y modificación del tope salarial. «Busca garantizar que todos los cargos públicos sigan donando, independientemente de lo que cobren», explicó la ministra. «Con la subida se estaba dando una situación de que había algunos cargos públicos que ya no donaban», continuó. «Gracias a la ultraderecha y la tertualinez por querer duplicar los salarios de los cargos públicos de Podemos», señaló Echenique, por su parte, «pero es obvio que los tres SMI había que cambiarlos».