Dice el ministro Montoro sin el menor rubor que el...

Dice el ministro Montoro sin el menor rubor que el Gobierno tiene que subir el IVA porque muchos ciudadanos no lo pagan y fomentan la economía sumergida. Pero esos defraudadores a los que el ministro de Hacienda imputa la subida del IVA son los mismos a los que Montoro ofrece una amnistía fiscal por no pagar impuestos. Por lo que el ministro ha tenido la buena oportunidad de callarse o buscar otros argumentos con los que justificar esta decisión que castiga por igual a todos los ciudadanos (en contra de lo que prometió Rajoy, y lo que acaba de proponer Obama: bajar impuestos a las clases medias y subirlos a los ricos) y con la que Montoro confirma su fracaso en los Presupuestos de 2012, que acaban de entrar en vigor y ya están en vía de rectificación.

La paciencia y resignación de los ciudadanos ante los graves efectos de la crisis y los continuos sacrificios que les exige el Gobierno tiene un límite, y no pueden ir acompañadas de la desvergüenza política y los errores de los malos gobernantes sin que nadie asuma responsabilidades políticas. No podemos asistir, en unos días, al espectáculo de Bankia y a mas ajustes y subidas de impuestos, mientras que el titular de Hacienda, fracasado en los Presupuestos, hace la ola a los delincuentes para que blanqueen el botín sustraído al Estado y luego pida a la mayoría que los justos paguen por los defraudadores.

Si el ministro hizo mal las cuentas que se vaya o que lo cesen (a ver si Rajoy encuentra de una vez un vicepresidente para Economía y Hacienda), por no haber previsto algo tan sencillo como que en recesión el Estado recauda menos que es lo que ha pasado en España y lo que hace que nuestro país no pueda cumplir los objetivos de déficit de la UE. Los que ahora nos han ampliado a un año más, dejando el objetivo de 2012 en el 6,3%, siempre que España haga nuevos ajustes como los que el Gobierno anunciará este miércoles en el Parlamento.

Con estas maneras de hacer política -a la que se añaden otros asuntos escandalosos como indultos a políticos y banqueros condenados, vista gorda a presuntos corruptos o delincuentes de la política, desprecio al Parlamento, control y ocupación de medios de comunicación del Estado y del poder judicial-, con estas artes nada democráticas resulta muy difícil pedir a los ciudadanos comprensión, esfuerzos y mayores sacrificios.

Para colmo de la confusión ahora desde el BCE -el banco que se niega a comprar deuda española como clama a sus puertas el ministro de Exteriores, García-Margallo- le dicen a España que no suba los impuestos para no empeorar la recesión. Lo que parece un análisis certero porque la subida del IVA puede hundir el consumo más de los que está y dañar el turismo, que es de lo poco que nos queda en este país.

Lo hemos dicho en más de una ocasión en estas páginas: los nuevos ajustes tienen que empezar por la política y la clase política: municipios, diputaciones, Senado, embajadas de las autonomías, organismos duplicados, televisiones y radios públicas regionales y municipales, consejerías y parlamentos de las CC. AA., entidades obsoletas, cargos públicos, etc. Todo ello acompañado de un comportamiento público ejemplar y con la mayor “transparencia”. Palabra esta última que está tan a menudo en la boca del Gobierno cuando lo que de verdad impera es la opacidad. ¿Qué es si no la amnistía fiscal? Dinero negro y opaco, delitos ocultos y todo ello con la vista gorda de la autoridad.