Don Eutiquio, el superior del Seminario de los Padres Paúles, ya esperaba en la iglesia, donde relató acerca de los orígenes de Tardajos. Destacó tres elementos de la iglesia parroquial "Nuestra Señora de la Asunción", las tallas de la Virgen de las Aguas, el Ece- Homo, y los huesos de los Santos Macabeos, que fueron traídos de Roma por un noble clérigo de la Casa de los Lara.
En épocas de tormentas, el párroco saca las reliquias de los Santos Macabeos, y en numerosas ocasiones, los granizos se han transformado en agua.
Estos cultos resumen la vida del pueblo, esencialmente labrador en sus orígenes.
"De Tardajos a Rabé, no te faltarán trabajos", es un dicho popular pero afortunadamente los tiempos cambian. Era terreno pantanoso, había lobos que merodeaban, y bandidos que asaltaban a los peregrinos. Un gran cambio, pues ya no hay nada de eso en la actualidad.
En épocas de tormentas, el párroco saca las reliquias de los Santos Macabeos, y en numerosas ocasiones, los granizos se han transformado en agua.
Estos cultos resumen la vida del pueblo, esencialmente labrador en sus orígenes.
"De Tardajos a Rabé, no te faltarán trabajos", es un dicho popular pero afortunadamente los tiempos cambian. Era terreno pantanoso, había lobos que merodeaban, y bandidos que asaltaban a los peregrinos. Un gran cambio, pues ya no hay nada de eso en la actualidad.
Una vez en Rabé de las Calzadas, nos dirigimos hacia la iglesia, donde nos esperaba un vecino, Rafael Pampliega, quien nos mostró la iglesia de Santa Marina. Destacó la figura de Don Baldomero Pampliega, el primer benefactor de Rabé. Murió, a raíz de una pulmonía que cogió, mientras arreglaba la iglesia. Además de invertir en el pueblo su fortuna, él mismo realizaba varios trabajos de albañilería, siendo un doctor, especializado en la visión de los ojos.
También apostó por la educación femenina creando un colegio para niñas por considerarlo necesario para el desarrollo de la sociedad. Así mismo, dejó estipulado en su testamento, limosnas que debían darse a los necesitados. Toda su fortuna ganada en América la dejó en herencia para su pueblo natal.
También apostó por la educación femenina creando un colegio para niñas por considerarlo necesario para el desarrollo de la sociedad. Así mismo, dejó estipulado en su testamento, limosnas que debían darse a los necesitados. Toda su fortuna ganada en América la dejó en herencia para su pueblo natal.