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España es una, no debemos de permitir, que esta se divida, y mucho menos lo que está sucediendo que los partidos politicos de cataluña, amenacen y cohacione, al poder judicial.
Si no se les pone freno a estos politiquillos, que lo quieren dominar todo, lo pasaremos muy mal.

Creo recordar que esta era la primera preguntarespuesta que se hacia despues de cantar el"Cara al sol". ¿no? España....... UNA etc. No piensa usted que quiza esta formula, tal cual, no sirva?. Yo pienso que todos los pueblos, autonomias, nacionalidades...... se han de sentir comodos dentro de España. Con actitudes dictatoriales vamos mal.

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La cuestión no está en que la gente se manifieste a favor de la INDEPENDENCIA en una región de España; para mí, la cuestión reside en el uso de medios públicos para alcanzar unos objetivos no aceptados por mayoría.

Los objetivos de los imdependentistas son manifiestos, lo lamentable es que se sirvan de las INSTITUCIONES PÚBLICAS y hagan con ellas una especie de reconversión para alcanzar esos objetivos. En España muchas Leyes son rocambolescas, comenzando por la olla podrida de la psudo-constitución catalana, que tanto quebradero de cabeza está trayendo.

Prácticamente todas las Leyes están adaptadas - yo diría, retorcidas - para facilitar el nacionalismo.

Durante la transición se hicieron muchas concesiones a los nacionalistas, QUE NO DEBERÍAN HABERSE HECHO. Antes no comprendía el porqué, ahora me doy cuenta que se introdujeron para volver a resucitar viejas estructuras regionales de tiempos republicanos.
Si en la República crearon problemas, ahora vuelven a crearlos. Yo no estoy en contra de las regionalidades, es buena la idiosincracia de cada región española, pero el disfrute de FUEROS, FINANCIACIÓN, ETC. etc. difirenciados debe estar totalmente en concordancia con el resto de regiones.

Las adaptaciones - por no decir, concesiones - que se haan dado en educación, sanidad, institucioes, etc. a algunas autonomías están lastrando la convivencia de todos los españoles.

Se impone una revisión muy profunda de toda la legislación que afecte a las autonomías, a fin de hacerla compatible con los intereses generales.

Los principios deben ser buscar el bien de TODOS, y luego, SI ES POSIBLE, atender casos específicos. Lo que no es admisible, es funcionar justo al contrario, como ahora sucede en algunas autonomías, con Cataluña a la cabeza.