En contra de volver a clase: «Un contagio en el colegio...

En contra de volver a clase: «Un contagio en el colegio podría ser un brote en la familia»

Germán Hernández tiene tres hijos: Germán, que empieza mañana 3º de Primaria, Gustavo, que se estrena en 2º de Bachillerato y el mayor, Flavio que hará su segundo año de Arquitectura (como su padre) en la Universidad Rey Juan Carlos. Le preocupan sobre todos los dos más pequeños y no los mandará al colegio.

Josefina G. Stegmann.

MADRID Actualizado: 07/09/2020 07:25h.

Germán Hernández tiene tres hijos: Germán, que empieza mañana 3º de Primaria, Gustavo, que se estrena en 2º de Bachillerato y el mayor, Flavio que hará su segundo año de Arquitectura (como su padre) en la Universidad Rey Juan Carlos. Le preocupan, sobre todo, los dos pequeños.

El primero estará en un «grupo burbuja» de un colegio concertado. Esta es la fórmula recomendada por el Ministerio de Educación para los niños de Infantil y 1º y 2º de Primaria (y extensible a más etapas). Están formados por un número reducido de alumnos y un tutor de referencia que evita la relación con otros grupos; idea que a este padre madrileño no le gusta nada. «Meten a un montón de niños sin distancia de seguridad y durante un tiempo determinado en un espacio cerrado, lo que va a facilitar que haya muchos despistes: es imposible que el profesor pueda estar encima de todos los niños para evitar que se lleven las manos a la cara. Estos niños se van a relacionar entre sí y luego volverán a sus casas. Se evita que un grupo burbuja contagie a otro grupo, pero cuando vuelven a casa ¿cómo se evitan las infecciones?». Para este padre, «se traslada el problema a las familias porque el contagio de uno solo de nuestros chicos en el colegio podría ser un brote dentro de la familia y no nos lo podemos permitir».

Germán considera incoherente que a partir de hoy en Madrid no se permitan reuniones de más de diez personas en el ámbito público y privado «pero que sí metan a 20 niños en una clase sin distancias ni mascarilla».

Ratios.

Aclara que su decisión de no llevar a sus hijos a clase no llevará aparejado que dejen de aprender, si no que él apuesta por la enseñanza online. «Nosotros proponemos poner cámaras que enfoquen al profesor para aquellos progenitores que no quieran llevar a sus hijos a clase, lo que ayudaría a reducir las ratios y, por ende, a los profesores y a las familias; todos estaríamos más seguros». Respecto a los posibles castigos previstos en el Código Civil y Penal que los juristas consultados por ABC prácticamente descartan, este padre dice que le preocupan. «Me preocupan las multas, claro, no es broma, pero creo que los jueces tienen que entender las posturas de los padres; ninguno dictaría una sentencia contra los progenitores por esta cuestión en plena pandemia», defiende Hernández, que asegura que la Fiscalía prevé el castigo porque «tiene que apoyar la versión del Gobierno. «Estamos haciendo el trabajo que el Ejecutivo no ha hecho. y encima nos amenazan con medidas coercitivas», lamenta.

Menos ingresos.

Recuerda que la ministra de Educación, Isabel Celaá, ha llegado a decir que los hijos no son de los padres y «nosotros tenemos que velar por su seguridad y el derecho a la vida está por encima de cualquier derecho y de cualquier estado». Hernández es autónomo y su mujer trabaja en un centro comercial. Confiesa que para él será difícil tener que quedarse con los niños en casa si la situación lo requiere pero lo acepta, como lo hizo durante el estado de alarma. Cree que eso le puede llevar a tener que aceptar menos responsabilidades y por ende, ver disminuidos sus ingresos pero asume el riesgo aunque es consciente del futuro negro para la economía del país.