Nuestro nuevo enemigo es la Ley....

Nuestro nuevo enemigo es la Ley.

Con Sánchez, más que con ningún otro presidente, cuesta saber a quién está intentando engañar a cada momento.

Salvador Sostres.

Actualizado: 04/01/2020 11:00h.

Dejar atrás la judicialización no puede significar otra cosa que la carta blanca para incumplir la Ley, presentada por Pedro Sánchez como un enemigo, como algo negativo que hay que superar desde el buenismo. Oponer la política a la Ley es oponerla a sí misma, porque la política sin Ley no existe y es sólo barbarie. Es peligroso que un presidente del Gobierno no lo entienda y sitúe «el entendimiento», «los sentimientos» o «el conflicto político» en un plano de superior legitimidad moral a la Justicia y lo que los jueces decidan; y esto exactamente es lo que hizo ayer el candidato a la investidura. Para dejarlo todavía más claro, no hizo ni una sola mención a la inhabilitación de Torra -ni a que se haya declarado en rebeldía- cuando anunció la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat.

Con Sánchez, más que con ningún otro presidente, cuesta saber a quién está intentando engañar a cada momento. A veces es a sus barones, a veces es a Esquerra, a veces al conjunto de los españoles. Cuesta saber si Sánchez engañará a ERC haciéndole creer grandes cosas que luego no va a cumplir, o tratará de engañar a la Constitución y al conjunto de los españoles para violentarla al gusto de sus socios. Los republicanos temen lo primero. La derecha teme lo segundo. Y sólo Sánchez sabe hasta qué punto está dispuesto a arriesgar ya no sólo su carrera política sino la misma idea de España.

En todo esto, esencialmente, va a basarse la legislatura que en pocos días Sánchez empezará a liderar. Y también en atacar a la Iglesia, crujirnos a impuestos -y no desde una idea positiva de la economía y de la creación de riqueza, sino desde el resentimiento de quien nunca entendió la libertad ni el alma-; y por supuesto en llamarle fascismo o segregación a cualquier oposición o discrepancia, siempre en nombre del respeto, de la tolerancia, del diálogo y de la corrección política, mientras abre su gobierno al totalitarismo populista más siniestro, heredero de la ideología que más hambre y muerte ha causado en la historia de la Humanidad.

Salvador Sostres.

Articulista de Opinión.

R. 2º.